Brasilia
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva será juzgado por corrupción y lavado de dinero en el caso Petrobras, anunció el martes el juez Sergio Moro, quien estimó que hay "indicios suficientes de autoría y materialidad", por lo cual acogió la denuncia presentada por la Fiscalía.
La Procuraduría General inculpó a Lula de haber recibido beneficios por un equivalente de 3,7 millones de reales ($1,1 millones) de la constructora OAS, una de las principales involucradas en la confabulación que se enquistó en Petrobras para desviar fondos públicos hacia la política.
Lula "sería beneficiario directo de ventajas concedidas por el Grupo OAS y, según la denuncia, tendría conocimiento de su origen en el esquema delictivo que afectó a Petrobras", afirmó el texto de Moro, basándose en los alegatos de la Fiscalía.
La acusación sostiene que una empresa de OAS revirtió a Lula "parte de los valores recibidos de licitaciones fraudulentas en Petrobras". Los sobornos se transfirieron "mediante la compra, personalización y decoración de un apartamento tríplex en Guarujá", en el litoral paulista.
La causa involucra también a la esposa del exgobernante, Marisa Leticia da Silva, y a otras seis personas.
Lula siempre negó terminantemente ser el propietario de ese tríplex y proclamó su inocencia en todas las investigaciones de que es objeto, atribuyendo las acciones judiciales en su contra a un plan de las "élites" para bloquear su candidatura en las elecciones del 2018.
El exdirigente sindical y líder del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) visitó Costa Rica en agosto del 2011, traído por OAS, para impartir una conferencia a empresarios y autoridades gubernamentales de Centroamérica sobre "integración y desarrollo económico y social de los países latinoamericanos".
Pruebas suficientes. De acuerdo con el juez Moro --que ha puesto en jaque a la élite política y empresarial de Brasil-- , "los hechos y pruebas son suficientes para la admisibilidad de la denuncia, sin perjuicio del debate contradictorio y de una amplia discusión durante el proceso judicial, en el cual los acusados, inclusive el expresidente, tendrán todas sus oportunidades de defensa".
Ahora, el expresidente (2003-2011) deberá enfrentar a Moro, un magistrado de primera instancia de Curitiba (sur).
Sus investigaciones en el marco de la Operación Lava Jato (lavadero de autos) sobre el escándalo de Petrobras pusieron ya en la mira a decenas de legisladores y enviaron a prisión a empresarios de la élite de la principal potencia latinoamericana.
Lula, de 70 años, fue señalado además por la fiscalía como el "comandante máximo" del esquema de corrupción que durante una década drenó más de $2.000 millones de la firma petrolera estatal.
Según las investigaciones, a partir del 2004 un grupo del altos funcionarios de Petrobras se coludieron con un cartel de compañías para hacer sobrecargos a la firma petrolera por contratos de construcción y servicios.
La denuncia contra Lula volvió a sacudir al país, dos semanas después de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, heredera política y sucesora de Lula , por maquillaje de las cuentas públicas.
Causas judicialdes. El caso OAS podría marcar el inicio de una larga peregrinación de Lula por los juzgados.
El exmandatario ya está siendo juzgado en una corte de Brasilia por tentativa de obstrucción de la justicia. Según el exsenador del PT Delcido do Amaral, quien colabora con las autoridades a cambio de una reducción de pena, Lula participó en un plan para comprar el silencio de un exdirectivo de Petrobras involucrado en el fraude.
La confesión de Amaral originó una indagatoria que está bajo secreto de sumario en el Supremo Tribunal Federal (STF), para determinar si el exgobernante estuvo involucrado en la supuesta designación de dos jueces del máximo tribunal con la intención de que estos ayuden a empresarios procesados allegados al PT. En esa causa, también figuran Rousseff y dos exministros de su gobierno.
El listado de causas pendientes de Lula con la Justicia tiene otras dos investigaciones abiertas en Curitiba: una para determinar si es el verdadero propietario de una casa en las afueras de Sao Paulo -registrada a nombre de terceros- y otra por sospechas de que "constructoras beneficiadas del esquema de Petrobras" pagaron abultadas cifras al Instituto Lula y a LILS Palestras, una firma del expresidente ligada a su trabajo como conferencista.
Nota del editor: información actualizada a las 5:30 p. m.