Bogotá AP, EFE El jefe del equipo negociador del Gobierno colombiano en el proceso de paz con las FARC dijo ayer que en la mesa de negociación de La Habana las partes discuten un cese bilateral y definitivo al fuego.
La noticia se conoció un día después de que el presidente Juan Manuel Santos anunció la suspensión, durante un mes, de los bombardeos contra esa organización guerrillera.
En una conferencia de prensa en la sede de gobierno en Bogotá, Humberto de la Calle dijo que la suspensión de los bombardeos es una medida adecuada para generar más dinámica “en la mitigación de las acciones de la fuerza pública, siempre entendiendo que el propósito es el fin del conflicto, siempre entendiendo que un cese bilateral y definitivo del fuego está siendo discutido en este momento en La Habana con presencia de militares activos”.
Aclaró, además, que la suspensión de los bombardeos se coordinó con las Fuerzas Armadas y que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han cumplido la cesación unilateral e indefinida de hostilidades que pusieron en vigencia el 20 de diciembre.
“Esta medida de construcción de confianza”, que es “transitoria” y será reevaluada al cabo de un mes, no supondrá frenar la acción de la fuerza pública contra la extorsión, el secuestro y el narcotráfico, puntualizó el negociador, sobre la lucha contra toda forma de crimen organizado subrayada la víspera por el presidente.
Críticas. El anuncio de Juan Manuel Santos fue recibido con reacciones positivas y negativas.
La Procuraduría General expidió un comunicado en el que aseguró que “la orden de no seguir bombardeando campamentos ilegales de las FARC es realmente un cese bilateral disfrazado y un golpe más a la moral de las fuerzas militares”.
El procurador, Alejandro Ordóñez, es uno de los críticos de la suspensión de la decisión, que generó en Colombia una mezcla de dudas y aplausos y que llega después de más de dos años de negociaciones en La Habana con el objetivo de reducir la intensidad del conflicto armado.
En tanto, Vicente Torrijos, profesor de la Universidad del Rosario, en Bogotá, declaró a la AP que “ya de hecho es” un cese bilateral “con el agravante de que se hace sin que haya un compromiso... por parte de las FARC de la entrega de armas”.
El exministro del Interior Fernando Londoño (2002-2003), opositor al proceso de paz, comentó que la determinación del gobierno “es el cese bilateral al fuego” porque, según dijo, en las guerras modernas la aviación es vital. Retirar la aviación del conflicto colombiano, ironizó, “ es como quitarle un brazo a un boxeador”.
Los golpes más duros propinados por las fuerzas del orden a las FARC se dieron precisamente por la acción de la Fuerza Aérea. Dos de sus principales jefes, Raúl Reyes y el Mono Jojoy, murieron tras bombardeos de esa fuerza.
Sin embargo, para los partidarios del proceso de negociación, como el senador Luis Fernando Velasco, el [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150311_0003]]anuncio[[END:INLINEREF]] es la dirección correcta para el momento en que “se pueda negociar... el cese al fuego bilateral y definitivo”.
La Defensoría del Pueblo consideró la decisión del Gobierno “un paso adelante para contribuir” a la disminución de la confrontación.
El partido progresista Alianza Verde dijo que el gesto “ratifica la victoria del diálogo sobre la confrontación” y demuestra que la negociación “entró en una etapa definitiva de acuerdo”.
Desde fines del 2012 el gobierno de Santos y las FARC mantienen en Cuba un proceso de paz para tratar de finalizar un conflicto armado interno de 50 años.