Río de Janeiro
Al menos 22 personas han muerto y unas 46.900 tuvieron que abandonar sus viviendas por las lluvias que castigan el sudeste de Brasil desde hace poco más de una semana, según los boletines divulgados hoy por la Defensa Civil de los estados de Minas Gerais y Espíritu Santo.
En Espíritu Santo, el estado más afectado y al que hoy viajó la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se han registrado hasta ahora ocho muertes y 45 heridos, y el número de personas que han sido desalojadas por las lluvias llega a 46.200.
La cifra de víctimas aumentó con la muerte en la madrugada de hoy de tres personas sepultadas por un deslizamiento de tierras en el municipio de Itaguaçu.
De los 78 municipios del estado de Espíritu Santo, 45 ya declararon el estado de emergencia o de calamidad pública por la peor temporada de lluvias desde 1979.
Mientras que el promedio histórico de precipitación pluviométrica en Espíritu Santo es de 300 milímetros en diciembre, este mes ya supera los 700 milímetros.
La Secretaría Nacional de Defensa Civil emitió alertas por el elevado riesgo de inundaciones en los municipios de Linhares y de Colatina, así como de deslizamientos de tierras en la región serrana del estado.
De los desalojados, 4.669 fueron albergados en escuelas y edificaciones públicas y 41.520 en casas de parientes y amigos.
El Gobierno federal de Brasil envió el pasado final de semana soldados del Ejército y agentes de la Fuerza Nacional de Seguridad para colaborar en los trabajos de rescate, principalmente en las regiones que quedaron inundadas por la crecida de los ríos.
"Estamos trabajando en el rescate de numerosas personas que quedaron aisladas en municipios que fueron destruidos", explicó el coronel Edimilton Ribeiro, comandante del Cuerpo de Bomberos de Espíritu Santo.
Rousseff, que sobrevolará este martes en helicóptero las áreas más afectadas por las lluvias en Espíritu Santo, tendrá una reunión con autoridades locales para coordinar los trabajos de rescate y de ayuda a los damnificados.
En el estado de Minas Gerais el número de víctimas llegó a 14, en especial por deslizamientos de tierras.
La tragedia se extendió a Belo Horizonte, la capital regional, en donde un hombre murió en la noche del lunes luego de que la crecida de un río dejara por debajo las aguas el vehículo que conducía.
Hasta ahora 23 municipios han declarado el estado de emergencia en Minas Gerais, en donde el número de desalojados es de cerca de 700.