Brasilia. AFP. El jefe de la Cámara de Diputados de Brasil, archienemigo de la presidenta Dilma Rousseff, quedó este martes bajo fuego cruzado luego de que la Policía allanó sus domicilios y oficinas y el Congreso abrió una investigación en su contra que amenaza su mandato.
Acusado por la Fiscalía de recibir sobornos millonarios en el marco del fraude a la firma petrolera estatal Petrobras, Eduardo Cunha también será investigado por el Consejo de Ética del Congreso por ocultar a sus colegas cuentas en Suiza.
La Policía realizó allanamientos este martes para “evitar que pruebas importantes sean destruidas”. En la casa de Cunha en Brasilia, se llevaron su computadora y su celular.
También fueron allanados su domicilio y su oficina en Río de Janeiro, y hubo búsquedas en la Cámara de Diputados y en las residencias de al menos dos legisladores y de los ministros de Turismo y de Ciencia y Tecnología, del mismo partido político de Cunha, el Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que integra la coalición de Gobierno.
Cunha, considerado un político astuto y hasta maquiavélico, afirma su inocencia.
“Mi conciencia está tranquila, soy inocente. El PMDB tiene que decidir lo más rápido que pueda salirse de este Gobierno”, dijo ante periodistas.
Rousseff afirmó en un comunicado que “espera que todos los hechos investigados que involucran a ministros de Estado y otras autoridades sean esclarecidos lo más rápido posible, y que se establezca la verdad”.
Cunha, un poderoso y clave legislador evangélico que le ha declarado la guerra al Gobierno, aceptó el 2 de diciembre un pedido de destitución contra la mandataria por maquillaje de las cuentas públicas horas después de enterarse de que tres legisladores del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) votarían en su contra en el Consejo de Ética.
Sin embargo, el jefe de Diputados se queja de que la investigación en su contra es producto de una revancha del Gobierno, que quiere frenar el impeachment (juicio político).
“No tengo ningún problema con la operación de búsqueda, de entregar documentos, verificar, no tengo absolutamente nada que reclamar. Lo extraño es el contexto, el día y los objetivos”, dijo Cunha.
“Yo fui escogido para ser investigado. Yo soy un desafecto al Gobierno, todos saben, me torné más desafecto todavía cuando di curso al proceso de impeachment . Nada más natural que ellos vayan a buscar su revanchismo”, añadió.
La Corte Suprema se pronunciará este miércoles sobre la validez del procedimiento de impeachment contra Rousseff, que cuenta con una popularidad de apenas 9% en medio de una fuerte recesión económica.
Rousseff considera improcedente el impeachment y dice que es blanco de un “golpe”.