Bogotá
Colombia protestó enérgicamente ante Venezuela por la incursión de militares de ese país en su territorio, una situación que el presidente Juan Manuel Santos tildó de "inaceptable" poco antes de anunciar el retiro del último soldado de la zona afectada.
"Acaba de salir último soldado venezolano de territorio colombiano", escribió en su cuenta en Twitter el jefe de Estado, momentos después de informar de que había conversado del tema con su par venezolano, Nicolás Maduro, y que este le había asegurado que ya había ordenado el retiro de sus tropas del municipio colombiano de Arauquita.
"Le manifesté que para Colombia es totalmente inaceptable la situación que se ha producido", dijo Santos desde la Casa de Nariño (sede del Gobierno), al pronunciarse sobre la instalación de un campamento militar venezolano en el fronterizo departamento de Arauca (este).
Tras analizar el tema con la canciller María Ángela Holguín, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, y altos mandos militares, Santos leyó un comunicado en el que se mostró inflexible ante la vigencia de la línea fronteriza.
"El director de Soberanía de la Cancillería colombiana, Ricardo Montenegro, llegó esta mañana temprano al lugar y comprobó in situ que el área donde están los militares venezolanos es territorio colombiano. Sobre esto no cabe la menor duda", señaló.
"La línea de frontera en ese sector la determina, según los tratados vigentes, el río Arauca y los militares se encuentran en la ribera colombiana", agregó.
El presidente manifestó que tan pronto fue informado la víspera sobre la situación en el municipio de Arauquita mandó a verificar de qué lado de la frontera estaban los uniformados venezolanos y "simultáneamente" ordenó desplegar tropas en el lugar.
"Le he dado instrucciones a las Fuerzas Militares que permanezcan en el área y continúen ejerciendo plena soberanía sobre nuestro territorio", puntualizó.
La Cancillería había emitido un comunicado informando que Holguín y Villegas se comunicaron el miércoles con sus pares de Venezuela, Delcy Rodríguez y Vladimir Padrino, "para esclarecer lo sucedido cuanto antes".
Hay antecedentes. No es la primera vez que en ese municipio de Colombia se denuncia el ingreso de patrullas de las fuerzas armadas venezolanas: en enero del 2016, las autoridades colombianas investigaron un incidente con intercambio de disparos en la zona.
Édgar Camacho, el colombiano dueño de la finca en la que los militares venezolanos acamparon desde el pasado martes, estimó en unos "60 a 100" los uniformados y denunció que le dañaron sus cultivos.
"Llegaron ahí y le dieron machete a las matas de plátano para hacer campamento y armar carpas", dijo a Blu Radio el agricultor, cuya casa está a unos 100 metros del punto donde se asentaron los militares venezolanos.
Este campesino aseguró que los intrusos "instalaron una bandera venezolana" y dijeron que sus coordenadas indicaban que estaban "en tierra venezolana".
"Es un atrevimiento", enfatizó Camacho.
El miércoles, el gobernador de Arauca, Ricardo Alvarado, había dicho a periodistas que la incursión era en Bocas del Jujú, en una zona rural de Arauquita, un municipio considerado estratégico por tener una ruta que permite comunicar el mar Caribe con el océano Pacífico, desde Caracas hasta el puerto colombiano de Buenaventura.
Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera de 2.200 kilómetros. En el 2015 y el 2016, la relación bilateral estuvo marcada por la tensión generada tras el cierre de la línea limítrofe, ordenado por el presidente Maduro aduciendo problemas de contrabando, narcotráfico y seguridad.