Buenos Aires
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, anunció este lunes las dos medidas de gobierno de fuerte impacto para la economía de Argentina: la eliminación de los impuestos a las exportaciones de trigo, maíz, sorgo, carne y pesca y la reducción del que se aplica a la soja, con el propósito de impulsar al sector agropecuario.
El mandatario también dejó sin efecto los derechos de exportación aplicados sobre las manufacturas industriales.
"Sin el campo el país no sale adelante", sostuvo Macri durante un acto en la ciudad de Pergamino, unos 220 kilómetros al noroeste de la capital.
En el acto también estuvo el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, quien puntualizó que en el caso de la soja la carga impositiva se reducirá de 35% a 30% y más adelante será gradual, en tanto que "para el resto pasa a ser cero por ciento, incluyendo el trigo, el maíz, el sorgo, la pesca y la carne".
La medida, demandada desde hace tiempo por el sector agropecuario, entraría en vigor el martes tras su publicación en el Boletín Oficial, agregó Buryaile.
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En tanto que Macri aprovechó su primer encuentro como presidente con los miembros de la Unión Industrial Argentina (UIA) para anunciar que "no va haber más retenciones a las exportaciones industriales porque no corresponde. El mundo no regala nada y nosotros tampoco y cuando castigamos al que quiere exportar estamos regalando un espacio. El incentivo es la inversión y a la innovación".
En los diez primeros meses de 2015, Argentina exportó por un total de $52.468 millones, de los cuales $34.489 millones corresponden a exportaciones agropecuarias y $16.064 millones a manufacturas de origen industrial.
El propósito de ambas medidas es dinamizar a dos sectores que representan la principal fuente de divisas del país sudamericano justo en momentos en que se necesita fortalecer el nivel de reservas del Banco Central, que están en unos $24.600 millones. Algunos economistas estiman que hay cerca de $13.000 millones en cultivos almacenados a la espera de ser puestos a la venta.
"No es más el Estado o el sector privado, el campo o la industria... es el Estado más el campo, la industria, la banca y el comercio. Todos con el compromiso de superarnos y salir de estos ciclos tan perversos que hemos tenido en nuestro desarrollo económico", dijo Macri ante industriales.
El mandatario instó a los productores a ponerse en regla con sus deudas impositivas. "No hay ninguna excusa, si hay ganancias hay que pagar con alegría más impuestos", sostuvo el mandatario, que subrayó que será "inflexible" con los evasores.
Asimismo exhortó a exportar más productos con valor agregado para que Argentina pase de "granero del mundo" a convertirse "en el supermercado del mundo".
Y a los industriales les advirtió que "como gobierno tenemos los instrumentos necesarios para corregir cualquier abuso en términos de precios y voy a ser implacable con cualquiera que burle la ley en dos ámbitos, evasión impositiva y descuido del medioambiente".
El gobierno compensará la pérdida de ingresos para el fisco por la eliminación de impuestos al comercio de granos con el aumento en gravámenes a "ganancias, ingresos brutos y sellos".
Argentina es el mayor exportador mundial de harina y aceite de soja, cultivo que domina la producción agrícola en el país.
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En la campaña electoral, Macri recibió el apoyo expreso del sector agropecuario, el cual se ha quejado por las políticas aplicadas al sector durante el gobierno de la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015).
El gobierno kirchnerista argumentaba que el campo era un sector con alta rentabilidad e históricos "privilegios".
En los últimos meses los productores se han quejado de que los ingresos no cubren los costos de producción en un sector que, según sostienen, suministra 60% de las divisas que entran al país.
Además denunciaron que desde 2002 más de 95.000 productores agropecuarios dejaron la actividad y que desde 2005 unos 140 frigoríficos cerraron, lo que hizo que Argentina pasara del tercero al decimocuarto puesto en el ranking mundial de exportaciones cárnicas.