Caracas. AFP. El presidente socialista Nicolás Maduro instó ayer a la inversión productiva en Venezuela, en un marco de inflación y desabastecimiento, pero postergó para hoy el anuncio de las medidas de su prometida “ofensiva económica”.
Venezuela, con las mayores reservas petroleras mundiales y escenario de cruentas protestas que empezaron hace dos meses , enfrenta alta inflación, desabastecimiento y desaceleración económica caracterizada por una muy baja producción que lleva al país a importar casi todo y drena decenas de millardos de petrodólares.
“Mañana (hoy) anunciaré elementos claves para destrabar mecanismos burocráticos para agilizar mecanismos que nos lleven a la inversión productiva”, dijo Maduro en el curso de su emisión radial En contacto con Maduro.
El jefe de Estado había dicho que ayer anunciaría una “ofensiva” en una “guerra económica contra la burguesía parasitaria” que había iniciado en noviembre al ordenar –entre otras medidas– rebajas obligatorias de precios.
Producir todo. “Tenemos que producir en Venezuela todo. Tenemos que acabar con la economía de puerto. Los estoy convocando para producir, para trabajar (...) Aquel capital internacional que esté en Venezuela y quiera trabajar, pues llegó la hora”, expresó.
Maduro, quien acusó al contrabando de productos subsidiados hacia Colombia por la escasez de productos, destacó asimismo que seguirán los controles de precios para frenar una inflación que llega al 57% anual.
Aparte de la inflación –un récord en Latinoamérica y en 14 años de gobierno chavista–, la economía está afectada por la escasez de uno de cada cuatro productos básicos, entre ellos papel higiénico, lo que ha vuelto cotidianas las largas filas en los supermercados.
La nueva “ofensiva” apunta, principalmente, a “producir más, producir mejor”, había anticipado Maduro, quien el martes enumero 11 motores de la economía, entre ellos el sector agrícola, petrolero, turístico, e industrial.
Venezuela cerró el año pasado con un crecimiento del producto interno bruto de 1,6% (muy por debajo del 6% previsto) y para el 2014 el presupuesto contempla un alza de 4 puntos, aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI), en una proyección muy criticada por el chavismo, previó más bien una contracción de 0,5%.
El heredero político de Hugo Chávez también prometió para hoy la difusión del “mecanismo oficial de fijación de precios justos” (ya hay una ley que pone un tope de 30% para las ganancias comerciales) y la lista de valores a los que deben venderse, entre otros bienes, los automóviles.
El gobierno ha tomado medidas que limitan las ganancias y los valores de las rentas comerciales desde fines del 2013. Pero esas medidas no frenaron la inflación. Peor aún, varias cadenas quedaron con sus repisas vacías al vender todas sus existencias con los descuentos decretados y ante la escasez de divisas para reponer mercancía, efecto del control cambiario vigente desde el año anterior.
El gobierno afirma que ha estimulado la capacidad de consumo de los venezolanos --por ejemplo con el incremento constante del salario básico-- pese al retraso en la capacidad productiva.
“Estamos en una carrera donde adelante va la capacidad de consumo (...) y kilómetros atrás viene corriendo duro también la capacidad de satisfacer todas las necesidades materiales del pueblo con producción venezolana", admitió el mandatario en declaraciones que formuló hace una semana.
La perspectiva de nuevas “fiscalizaciones” causó la preocupación del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) especialmente con el incremento en los últimos días de operativos para el control de precios que derivan en multas o el cierre de negocios.
“Consecomercio considera que, antes que multas y cierres, deberían producirse informaciones y alternativas correctivas para que los comercios no se vean más afectados económicamente”, afirmó el gremio en un comunicado el lunes.
El líder opositor Henrique Capriles criticó ayer por anticipado las medidas porque el gobierno impulsa un “modelo fracasado”. “Todo indica que es puro reciclaje, así no saldremos del caos”, escribió en su cuenta Twitter.
En un intento por generar confianza, el presidente del Banco Central, Nelson Merentes, aseguró que el gobierno trabajará de “manera coordinada con el sector privado” para superar esta fase de “bajo crecimiento” e “inflación disparada”.
La suma de la crisis económica y la cotidiana violencia criminal que padecen los venezolanos derivó en las protestas que se viven en el país desde el 4 de febrero. Sin embargo, en las últimas semanas bajaron de intensidad y se concentran en algunos focos en el este de Caracas.