Caracas
Miles de opositores venezolanos se manifestaron este sábado en Caracas contra el gobierno de Nicolás Maduro, en su cuarta protesta en una semana que degeneró nuevamente en violencia y choques con la Policía.
Los enfrentamientos se iniciaron cuando los manifestantes, convocados por la dirigencia, decidieron a última hora marchar hacia la Defensoría del Pueblo, en el centro, bastión del chavismo y donde están las sedes de los poderes públicos.
Al igual que el jueves pasado, cuando pretendieron llegar sin éxito al mismo organismo, fueron contenidos por policías y efectivos de la militarizada Guardia Nacional con gases lacrimógenos, chorros de agua y balas de goma.
Un grupo de hombres y mujeres con el rostro cubierto respondieron con piedras, mientras el grueso de la marcha aguardaba detrás de ellos.
El primer balance de heridos fue de 17, entregado por el alcalde del municipio caraqueño de Chacao, de donde salió la marcha. Además, la AFP constató cómo dos policías fueron impactados por bombas incendiarias.
Mientras tanto, en el centro de la ciudad, el chavismo se concentró en un acto que calificó como una "toma cultural, deportiva y recreativa".
LEA: Opositor venezolano Henrique Capriles impedido para ser candidato presidencial
Tras casi dos horas de disputas, los opositores se replegaron hacia otros puntos de la capital.
Más violencia
En el sector de Chacao, decenas de manifestantes lanzaron piedras, palos y bombas incendiarias a un edificio administrativo del máximo tribunal, desatándose una nueva batalla campal con efectivos de la Guardia Nacional y agentes policiales.
Durante la concentración en Chacao, el opositor y excandidato presidencial, Henrique Capriles, convocó a los manifestantes a dirigirse a la Defensoría, que esta semana frenó la posibilidad de que el Parlamento de mayoría opositora destituyera a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
"Hay que llegar hasta donde sea. La gente está cansada de tanta corrupción, hambre y miseria", manifestó Vanessa García, estudiante de 37 años.
LEA: Capriles: 'Venezuela es una bomba que puede explotar en cualquier momento'
Los participantes en la protesta rechazaron la decisión de la Contraloría que inhabilitó a Capriles para ejercer cargos públicos durante 15 años, lo que bloquea su aspiración presidencial en el 2018. La medida fue notificada el viernes.
Luego de la manifestación, Capriles denunció que el edificio donde realizaba sus actividades políticas fue "atacado con bombas". Sin embargo, el incendio provocado por la explosión fue controlado.
También hubo manifestaciones en ciudades como San Felipe, La Victoria (norte) y San Cristóbal (oeste), donde encapuchados aparentemente armados hicieron detonaciones ahuyentando a la gente, dijo Marisol Blanco, una comerciante de 32 años.
Maduro denuncia las manifestaciones como un plan para "llenar las calles de sangre" e intentar derrocarlo.
El mandatario asegura que detrás de esa estrategia "golpista" se encuentran Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA), que este semana declaró una "grave alteración del orden democrático" en Venezuela.
LEA: Protestas opositoras contra Maduro elevan la tensión en Venezuela
Maduro enfrenta una crisis económica que se agravó con la caída del precio del petróleo y que se caracteriza por la escasez de alimentos y medicinas y la inflación más alta del mundo, proyectada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 1.660% para el 2017.
El colapso minó su popularidad, al punto que siete de cada diez venezolanos quieren un cambio de gobierno, según una reciente encuesta de la firma Venebarómetro.
Sin embargo, Maduro atribuye la crisis a una "guerra económica" de la oposición apoyada por Estados Unidos.