Caracas. AP, AFP Un grupo de expresidentes, bajo la iniciativa de la Unión de Naciones Suramericanas, (Unasur) tomó acciones para activar en Venezuela un gran diálogo nacional y definir un plan para enfrentar la crisis económica en ese país.
Los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, de España, y Leonel Fernández, de República Dominicana, anunciaron el jueves que bajo el apoyo de Unasur iniciaron acciones para intentar un “diálogo nacional”.
En la comisión también está el exmandatario panameño Martín Torrijos.
Rodríguez Zapatero dijo que el Gobierno venezolano y la coalición opositora le expresaron su voluntad de apoyar esta iniciativa de diálogo.
Ni pacto ni conciliación. No obstante, el número dos del chavismo, el diputado Diosdado Cabello, aseguró que que no hay “ningún tipo de acuerdo” o “pacto” con la oposición.
“Cada día tenemos que tener más claro que no hay pacto ni conciliación con la burguesía y la derecha venezolana; no hay ningún tipo de acuerdo que vaya en contra de los intereses del país”, enfatizó.
Asimismo, indicó que la oposición puede “escoger la música” y el chavismo bailará a su ritmo: “Si la cosa es democráticamente con elecciones, ahí estaremos, no les tenemos miedo a elecciones. Si la cosa es la calle, ¿el chavista le tiene el miedo a la calle?”, preguntó en una reunión con militantes.
Rodríguez Zapatero se reunió la víspera con el mandatario venezolano Nicolás Maduro y la canciller Delcy Rodríguez, y este jueves sostuvo un encuentro con el presidente y vicepresidente de la Asamblea Nacional, los diputados Henry Ramos Allup y Enrique Márquez; el dirigente opositor Henrique Capriles, y el secretario general de la alianza opositora, Jesús Torrealba, en el Congreso.
La oposición dio a Rodríguez su punto de vista sobre las condiciones necesarias para el diálogo: quitar los obstáculos y “triquiñuelas” al referendo revocatorio de Maduro; la liberación de los presos políticos; el retorno de los exiliados y el “cese de las causas judiciales originadas en la persecución gubernamental contra la disidencia”.
Rodríguez admitió que, ante la situación política, social y económica que enfrenta Venezuela, el camino que se transitará para el proceso de diálogo será “ largo, duro y difícil ” , e implicará un trabajo “muy intenso”. Pidió a la comunidad internacional el respaldo para los diálogos en Venezuela.
La gestión internacional surge en medio de un estado de excepción, declarado hace una semana por Maduro, y el creciente malestar social ante la dramática escasez de comida, y el costo de la vida (180,9% de inflación en el 2015, proyectada por el FMI en 700% para el 2016).
Una comisión del Parlamento pidió este jueves al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, invocar con “urgencia” la Carta Democrática, mecanismo para casos de alteración o ruptura del hilo democrático en alguno de sus Estados miembros.
En un fuerte cruce de declaraciones, Almagro aseguró que Maduro será un “dictadorzuelo” si bloquea el referendo y el presidente lo llamó “basura”. Ante esa polémica, el expresidente uruguayo José Mujica (2010-2015) aseguró que Maduro está “loco, loco como una cabra”.