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Santiago. AP y AFP. Contra todos los pronósticos entre la algarabía de la centroizquierda, la ex presidenta Michelle Bachelet no pudo obtener la mitad más uno de los sufragios que necesitaba para volver al palacio de La Moneda por un período de cuatro años y deberá enfrentar una segunda ronda el 15 de diciembre.
Bachelet obtuvo un 46,7% con el 94,6% de los votos escrutados, mientras que su contendiente más cercana, la oficialista Evelyn Matthei, consiguió un 25%, según autoridades electorales.
“Sabíamos que el desafío de ganar en primera vuelta era complejo, hicimos un gran esfuerzo y estuvimos muy cerca de lograrlos. (Pero) ganamos esta noche y vamos a trabajar para ganar ampliamente en diciembre”, aseguró la exmandataria, de 62 años, ante un grupo de adherentes, que celebraban igualmente su victoria al ritmo de la música.
Los sondeos habían proyectado un triunfo en primera vuelta de Bachelet, que necesitaba el 50% más uno de los votos.
“Vamos a ganar en segunda vuelta”, afirmó una exultante Matthei, de 60 años, en un discurso desde su comando de campaña, donde sus seguidores festejaban los resultados. Matthei, del partido ultraconservador Unión Demócrata Independiente (UDI), fue nominada hace cuatro meses como candidata única de la alianza oficialista, tras la renuncia del candidato que ganó en primarias, Pablo Longueira, afectado por una depresión.
Los cercanos a Bachelet no supieron explicar qué sucedió para que la exmandataria no ganara en primera vuelta, pese a todos los pronósticos y al triunfalismo que se vivía en su comando.
Dos visiones. En segunda vuelta, se dará una disputa histórica y dramática. De un lado, por primera vez, dos mujeres se disputarán un balotaje en Chile. Pero además, Bachelet y Matthei comparten un pasado en común. Ambas son hijas de generales de la Fuerza Aérea que eran grandes amigos y de niñas compartieron juegos en la base militar donde sus familias vivían.
Pero el golpe de Estado que instaló la dictadura de Augusto Pinochet, el 11 de setiembre de 1973, separó la vida de ambas familias.
Mientras que el general Alberto Bachelet fue apresado el mismo día del alzamiento militar y torturado hasta la muerte por mantenerse fiel a Allende, Fernando Matthei formó parte de la junta militar del régimen de Pinochet.
El general Matthei estaba a cargo del lugar donde su amigo Alberto Bachelet murió, pero la Justicia ha determinado que no tuvo implicancia en su muerte.
Ahora, los chilenos deberán elegir entre dos proyectos diametralmente distintos.
Bachelet propone un paquete de reformas que buscan corregir el modelo político y económico que se mantiene como herencia de la dictadura de Pinochet (1973-1990).
Matthei, en cambio, aspira a la continuidad del gobierno del derechista Sebastián Piñera, calificando los cambios propuestos como Bachelet como “irracionales”.
Pediatra y madre separada de tres hijos, Bachelet ha propuesto una reforma tributaria, la reinstauración del aborto terapéutico –prohibido en Chile en todas sus formas– y abrir un debate sobre matrimonio igualitario, tres temáticas a las que Matthei se opone.
Bachelet además propone una reforma educativa y una nueva Constitución que acabe con la heredada de la dictadura.
Con una economía chilena crece a buen ritmo pero que arrastra una alta desigualdad social la propuestas de cambio ha calado hondo. Sin embargo, para concretar las transformaciones, Bachelet necesita una amplia mayoría en el Congreso, que renueva este domingo a sus 120 diputados y a 20 de sus 38 senadores.
En la jornada electoral participó el 56% de electores, una cifra calificada como baja por el presidente Sebastián Piñera.
“Nos hubiera gustado una mayor participación. Esta jornada han votado poco más de 6,6 millones de chilenos, de un padrón total efectivo de 12 millones de chilenos. Lo que significa que un 56% ha participado pero el resto, un 44%, no ha participado. Y sin duda, cuanto mayor es la participación más fuerte y legítima es nuestra democracia”, dijo.