Santiago. AFP. Tras arrasar en los comicios del domingo, la socialista Michelle Bachelet volvió a la Presidencia de Chile, decidida a atender demandas sociales en un país en desaceleración, pero sin el apoyo legislativo suficiente para reformar la Constitución de la dictadura pinochetista.
Bachelet se impuso por 62,1% de los votos a la derechista Evelyn Matthei, quien obtuvo un 37,8%.
En su primera actividad tras resultar electa, recibió en su casa al presidente Sebastián Piñera y a su esposa Cecilia Morel, quienes la felicitaron por su triunfo y le llevaron un obsequio, en otra de las tradiciones de los comicios chilenos.
Luego, Bachelet recibió a los jefes de los partidos políticos de la coalición que la apoya, integrada por comunistas, socialistas y democratacristianos, quienes tienen visiones confrontadas respecto al aborto terapéutico y el matrimonio homosexual. Bachelet marcó de inmediato los límites: “Las decisiones las voy a tomar yo”, afirmó.
Lucha a la desigualdad. Bachelet afronta ahora el desafío de concretar el ambicioso plan de reformas que prometió. La socialista asume el 11 de marzo, con altas expectativas de cambios para constituir un país con menor desigualdad social, en una de las naciones más ricas de América Latina.
Bachelet propuso una reforma tributaria que busca recaudar 8.200 millones de dólares (3% del PIB), a partir de un aumento de los impuestos a las empresas. También, una reforma educativa que instaura la gratuidad a nivel universitario en seis años, tras acoger una demanda de los estudiantes chilenos.
Sin embargo, el movimiento estudiantil, encabezado este año por representantes más radicales, desconfía de Bachelet, llamó a no votar en las elecciones y anunció un 2014 lleno de movilizaciones callejeras.
Entre las promesas de cambios profundos, también se encuentra cambiar la Constitución heredada de la dictadura de Pinochet, para acabar con lo que ella llamó “cerrojos antidemocráticos”.
Bachelet contaría con los votos en el Congreso para la reforma educativa y la tributaria, pero su mayoría no le basta para enmendar la Constitución. La dictadura estableció cuórums de aprobación extremadamente altos, precisamente para limitar las modificaciones a la Carta Magna.
Bachelet hereda también una economía que, tras cuatro años de crecimiento en torno al 5% y un bajo desempleo, se desacelerará por una caída en las inversiones, sobre todo mineras. Chile es el primer productor mundial de cobre, cuyo valor ha caído por menor demanda de China, su principal comprador.
Un mes y medio después que asuma, Bachelet deberá hacer frente a las repercusiones del fallo de la Corte de La Haya, sobre la demanda de límites marítimos planteada por Perú en 2008.
Si bien el fallo se conocerá el 27 de enero, aún en el gobierno saliente de Sebastián Piñera, será ella la que deberá implementar sus eventuales repercusiones. Perú presentó en 2008 su demanda en contra de Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, al argumentar la inexistencia de una delimitación marítima con Chile.