Caracas
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó hoy que está dispuesto a confiscar “almacenes enteros” si es necesario, para que el pueblo tenga los productos que necesita, en la jornada en que comenzaron los operativos contra los “acaparadores”.
Maduro afirmó durante un acto de Gobierno que no va a aceptar “remarcar los precios”, especulación y acaparamiento ” y responsabilizó de ese tipo de comportamientos a la “burguesía parasitaria”, como llama a la oposición, a la que acusa de llevar a cabo una supuesta guerra económica.
“Si tengo que confiscar almacenes enteros para sacarle al pueblo sus productos y venderlos a los precios justos, lo voy a hacer a partir de hoy todos los días”, indicó el presidente venezolano.
Agregó que “esa burguesía parasitaria que quiere robar (...) tiene sus días contados”.
“Cuando consigamos lo que consigamos se los vamos a sacar en venta”, señaló, afirmando que va a ocurrir como cuando las autoridades pusieron a la venta en un parque de Caracas 150.000 pares de zapatos decomisados.
Maduro hizo su declaración mientras en Puerto Cabello, en el centro-oeste del país, principal entrada comercial de mar al país, se hacía una operación con militares para la revisión de 47 contenedores en los que se encontraron irregularidades.
El ministro de Transporte Acuático, mayor general Hebert García Plaza, indicó que se habían revisado contenedores con productos para los que supuestamente se había pedido millonarios recursos en divisas pero que en su interior contenían artículos de valor muy inferior al declarado.
Según García Plaza, se habían pedido más de $12,8 millones para bienes cuyo “precio real” apenas superaba $1,3 millones.
“Es aberrante, es vergonzoso lo que acabamos de encontrar acá”, dijo.
El presidente venezolano pidió al servicio de inteligencia (Sebin) y a la policía que actúen contra los propietarios de los contenedores y “que vayan a ponerles los ganchos (grilletes) a estos burgueses parásitos. Inmediatamente, los busquen donde estén”, dijo.
Maduro anunció ayer un operativo cívico-militar contra el acaparamiento y medidas para garantizar el suministro de bienes en el marco de la “transición al socialismo”.
El gobernante aseguró que “la economía venezolana está perturbada por una guerra económica” por factores como el del fraude, el engaño y la corrupción.
Venezuela arrastra una inflación del 45% en los primeros diez meses del año, junto a un crecimiento del desabastecimiento crónico de bienes básicos, mientras el dólar en el mercado paralelo ilegal puede ser ocho veces superior al oficial de 6,3 bolívares.
El Gobierno acusa al sector empresarial de especular y de llevar a cabo una guerra económica con el fin de desestabilizar su Gobierno, acaparando y alterando artificialmente el suministro y los precios de los bienes comercializados.
Los gremios empresariales y la oposición acusan al Gobierno de incapacidad, de tomar medidas que han destrozado el aparato productivo y de corrupción, al tiempo de señalar al control de cambios que impide el libre acceso a las divisas como un factor que altera la relación normal entre oferta y demanda.