Washington. AFP. El Consejo Permanente de la OEA eliminó ayer el punto de discusión sobre la crisis en Venezuela, en la que tenía previsto manifestarse la diputada opositora María Corina Machado, quien prometió eventualmente intervenir ante el ente regional.
El debate sobre las protestas antigubernamentales en Venezuela fue propuesto por Panamá y ocupaba el primer punto del orden del día de la reunión, pero fue excluido con 22 votos a favor, tres en contra y nueve abstenciones.
“Quedó claro que le tienen miedo a que la realidad, la verdad de lo que ocurre en Venezuela, sea conocida en el mundo entero, que se conozca la magnitud de la represión” en Venezuela, dijo Machado después en una rueda de prensa.
La parlamentaria denunció, además, la existencia de un “poder de veto en las decisiones de la OEA de aquel único país que no forma parte de la organización”, en referencia a Cuba, fuerte aliada del Gobierno venezolano.
Acreditada por Panamá. Machado estaba acreditada como representante alterna de Panamá y este país “le va a mantener esa posición hasta el día que se le permita hablar en la OEA”, dijo el embajador panameño, Arturo Vallarino.
La parlamentaria afirmó que se quedará en Washington hasta el final de la reunión, que continuó tras dos horas de receso.
“Voy a terminar hablando hoy, mañana o el día más próximo posible. Terminaremos hablando en el salón de sesiones del Consejo Permanente”, dijo Machado.
Previamente, el Consejo Permanente decidió mantener la reunión a puertas cerradas tras una votación impulsada por Nicaragua y apoyada por Venezuela, Brasil, Bolivia, Argentina y los caribeños.
El embajador brasileño, Breno Días Da Costa, defendió el voto de su delegación y denunció un intento de algunos países para convertir la reunión del Consejo en un “circo para una platea externa”, en alusión a Panamá.
“No veo por qué aquí tiene que haber secretismo”, replicó el embajador panameño.
Machado es una de las proponentes, junto al encarcelado dirigente opositor Leopoldo López, de la estrategia bautizada como “la salida”, que busca forzar la renuncia del presidente venezolano, Nicolás Maduro, mediante reclamos en las calles, y que ha incluso generado divisiones en la oposición.
En Venezuela, afronta un intento de despojarla de su inmunidad parlamentaria luego de ser acusada de incitar a la violencia en las protestas que sacuden ese país desde febrero y que han dejado 31 muertos.