Caracas
El oficialismo chavista llamó a una "rebelión" frente a las políticas que impulsará la oposición en el futuro Parlamento y convocó este martes a la Asamblea Nacional a sesiones maratónicas para nombrar magistrados antes de ceder en enero el control legislativo.
Desde una tarima, ante una multitud de empleados públicos en las afueras del Palacio de Miraflores, el presidente Maduro pidió defender en "la calle" las conquistas sociales "frente a las amenazas de la derecha envalentonada" contra el modelo socialista fundado por Hugo Chávez hace 16 años.
"Rebelión frente a la amenaza del desmantelamiento de la patria", manifestó el presidente, levantando la Constitución — promulgada hace justamente 16 años por iniciativa de Chávez — , tras acusar a la oposición de pretender "privatizar al país" apenas asuma el Parlamento.
El próximo 5 de enero, la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) asumirá el control de la Asamblea Nacional de 167 escaños, con mayoría calificada de dos tercios (112 diputados), con lo que pondrá fin a 16 años de hegemonía chavista.
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"Apenas tuvieron este éxito circunstancial producto de la guerra económica, política, y de errores que hemos cometido (...) Vamos a cambiar esta situación y no le vamos a permitir a la derecha que consolide su golpe electoral", agregó el presidente.
Maduro dijo estar ocupado en preparar un plan para la "nueva etapa de la revolución" con una "rectificación total y a fondo de los errores", como la "burocracia indolente" en que cayó el Estado socialista y problemas derivados de la severa crisis que él atribuye a una "guerra económica" de empresarios de derecha.
A menos de un kilómetro, el jefe parlamentario Diosdado Cabello, número dos del chavismo, dirigía lo que iba a ser la última sesión del Parlamento bajo control del oficialismo, pero convocó a sesiones extraordinarias el 22 y 23 de diciembre para elegir a una docena de magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
"Pésimo mensaje es la declaración de guerra de moribunda AN (Asamblea Nacional) con la designación candidatos express TSJ violando Constitución y leyes", escribió en su cuenta de Twitter el diputado opositor reelecto Henry Ramos Allup, quien podría aspirar a presidente el Parlamento.
Estos nombramientos antes de ceder el control parlamentario resultan claves ante un inminente choque entre el Gobierno y la futura Asamblea, pues las disputas tendrían que ser dirimidas por el TSJ.
"Es un proceso irregular pretender a último minuto estar designando autoridades cuando hay una nueva realidad política en el país", afirmó el líder opositor Henrique Capriles, al asegurar que el gobierno desecha la Constitución al desconocer a la nueva Asamblea.
Sin embargo, ese sería apenas uno de los tantos focos previsibles de tensión. La oposición se ha fijado como prioridades una amnistía para 75 presos políticos y reformas económicas que pongan fin, entre otras cosas, al férreo control de precios que según la oposición produce el actual desabastecimiento de productos básicos que agobia al país.
El chavismo ve "con gran dolor que se vaya a utilizar un mecanismo como una ley de amnistía para darle, valga el término, amnistía a asesinos", expresó Cabello, al juramentar como defensora pública a Susana Barreiros, jueza que condenó al opositor radical Leopoldo López a casi 14 años de prisión.
Maduro ya adelantó que vetará la amnistía, pero la MUD insiste en que ese mecanismo no puede ser bloqueado por el mandatario.
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Previo a la sesión ordinaria de la Asamblea, Cabello instaló un "parlamento comunal", instancia prevista en la ley y con la que busca hacer contrapeso a la súper mayoría legislativa que tendrá la oposición.
"Dicen, piensan, que aquí de la Asamblea van a dar un golpe de Estado. Escuálido es escuálido donde se pare y la cabra siempre halará para el monte, ellos halarán para sus jefes, el imperialismo norteamericano y sus aliados", aseguró el presidente del legislativo.
Eugenio Martínez, especialista en temas electorales y mercadeo político, aseguró que se trata de una manera del oficialismo de "hacerle contrapeso" a la mayoría opositora en la Asamblea.
"Si los dos trenes entienden que un choque entre ellos terminará con un desastre en ambos lados quizás privilegien la necesidad de acordar. Pero si no, el conflicto está garantizado y no sabemos cómo será el desenlace final", comentó el analista Luis Vicente León.