Caracas
Miles de opositores marcharon este lunes en Caracas en lo que definieron como el inicio de una etapa de mayor presión contra el presidente Nicolás Maduro y su proyecto de Asamblea Constituyente.
Los manifestantes intentaron avanzar hacia la Defensoría del Pueblo, en el centro de la capital, pero fueron bloqueados por militares con bombas lacrimógenas, chorros de agua a presión y perdigones.
El líder opositor Henrique Capriles denunció que él y su equipo fueron golpeados y robados por efectivos de la militar Guardia Nacional cuando se retiraba de la manifestación, afectado por gases lacrimónegos.
"Nos cercaron en una esquina, nos golpearon (...) Nos robaron a todos, a mis funcionarios les quitaron los relojes, los radios, las máscaras (antigases). Cuando les dije 'qué les pasa', la reacción fue darme un cascazo en el rostro. ¿Querían matarnos?", expresó el dirigente en rueda de prensa.
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El chavismo, en tanto, se movilizó en el centro de Caracas en respaldo a la iniciativa para reformar la Constitución.
Fueron las primeras manifestaciones después de que la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llamara el domingo a "escalar" las protestas para impedir la Constituyente, a la que considera un "fraude" de Maduro para eludir elecciones y aferrarse al poder.
Los dirigentes de la MUD no han detallado en qué consistirá dicha escalada, aunque Capriles dijo que evalúan un "paro" laboral o "plantones" en las calles que duren más tiempo.
El dirigente anunció que el martes marcharán al ministerio de Interior, en el corazón de la ciudad, en rechazo a la "represión".
Desde que comenzaron el 1°. de abril, las protestas dejan 60 muertos y más de un millar de heridos, según la Fiscalía, así como cerca de 3.000 detenidos, de acuerdo con la organizacíón Foro Penal.
Como cada vez que la oposición trata de marchar hacia el centro de Caracas, la principal autopista de la ciudad era escenario de enfrentamientos entre cuerpos de seguridad y manifestantes, que lanzaban piedras y cócteles molotov contra los uniformados.
También se registraban disturbios en otras áreas de la capital.
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Según la oposición, 257 personas resultaron heridas, entre ellas el diputado Carlos Paparoni, quien denunció haber sido golpeado por una bomba lacrimógena en la cabeza. Otros opositores aseguraron que los uniformados les dispararon objetos metálicos con sus escopetas de perdigones.
Mientras, una neurálgica avenida del centro, donde se ubican importantes oficinas públicas y a través de la cual se puede llegar al palacio presidencial de Miraflores, amaneció bloqueada con barreras metálicas de la Guardia Nacional.
El chavismo marchó hacia El Calvario, emblemático paseo de la zona, para respaldar la Constituyente, que Maduro define como un poder, incluso por "encima de la ley", que resolverá la grave crisis.
La Constituyente "es prácticamente una elección interna del PSUV", dijo a periodistas durante la marcha opositora Capriles, refiriéndose al gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela .
Según la oposición, el sistema planteado para elegir a los asambleístas permitiría al chavismo ganar la mayoría de los delegados, aún con menos votos. Los adversarios de Maduro rechazan además que la iniciativa no se someta a referendo.
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La Constituyente busca "instaurar un régimen comunista y liquidar la democracia para siempre", según Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento, único poder controlado por la oposición.
El lunes también se registraron protestas en otras ciudades como San Cristóbal (estado Táchira, fronterizo con Colombia), donde dos taxis y un autobús fueron quemados para trancar vías.
El Gobierno y la oposición se culpan mutuamente de la violencia desencadenada en casi dos meses de manifestaciones en todo el país. Maduro acusa a sus adversarios de "actos de terrorismo" para dar un golpe de Estado, mientras que estos le responsabilizan por una "brutal represión".