San Cristóbal de las Casas, México
Chiapas, el estado menos católico de México, recibirá este lunes al papa Francisco, quien busca impulsar la presencia de su iglesia entre las numerosas y empobrecidas comunidades indígenas, así como acercarse a los migrantes que llegan desde Centroamérica en su camino al sueño americano.
Después de haber denunciado el narcotráfico y la corrupción durante los primeros días de su gira, el pontífice llegará a este estado entre las húmedas montañas del sureste mexicano en el tercer día de su visita al país, que se extenderá hasta el miércoles.
Ahí, autorizará formalmente el uso de lenguas indígenas en las ceremonias católicas durante una masiva misa que se celebrará en un centro deportivo del pintoresco San Cristóbal de las Casas ante diversos grupos étnicos.
Las lecturas y los cantos de la misa se harán en lenguas chol, tzotzil y tzeltal por los mismos indígenas, mientras familias tojolabales y zoques entregarán ofrendas de pan y vino.
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Por su parte, una familia mestiza entregará a Francisco una colecta para construir dos nuevos albergues para migrantes, una población que se espera esté presente en la misa y que el papa ha defendido a capa y espada.
Chiapas, fronteriza con Guatemala, es la puerta por donde llega desde Centro y Suramérica un masivo flujo de migrantes que viajan clandestinamente con la esperanza de llegar a Estados Unidos.
Bandas del crimen organizado e incluso autoridades corruptas aprovechan este fenómeno para extorsionar y asaltar a indocumentados en su camino.
Francisco "es el papa migrante, no sólo por su origen sino también porque su prioridad pastoral son los migrantes", dijo a la AFP el padre Alejandro Solalinde, un aguerrido defensor de los indocumentados que, sin embargo, piensa que "la política pública de mano dura no va a cambiar" con el mensaje del papa.
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Francisco ya dirigió un primer mensaje a los migrantes el domingo en su misa masiva en Ecatepec (centro), cuando pidió "hacer de esta bendita tierra mexicana una tierra de oportunidad, donde no haya necesidad de emigrar para soñar".
Después de la misa en el centro deportivo, el papa comerá con dos obispos locales y ocho indígenas.
"Estoy contenta de ver al papa ", dijo en un marcado acento tzeltal Dominga Sántiz, una catequista de esa etnia que formará parte del convivio.
El líder católico también se reunirá con enfermos en la catedral de San Cristóbal.
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Se espera que allí visite la tumba de Samuel Ruiz, un legendario obispo que fue mediador entre el gobierno y la guerrilla Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), cuyo levantamiento en armas para defender los derechos indígenas cimbró al país en 1994.
México es el segundo país más católico del mundo, con más del 82% de su población que se declara católica. Sin embargo, en Chiapas, sólo el 58% de sus habitantes son católicos, según el último censo oficial.