Caracas
La oposición venezolana, debilitada por sus pugnas internas, anunció este jueves una nueva ofensiva contra el presidente Nicolás Maduro, a quien dijo que declarará en "abandono del cargo" e insistirá en sacar del poder por la vía electoral.
En el inicio de su segundo año al mando del Parlamento, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció su hoja de ruta para 2017, tras haber fracasado en su plan de revocar el mandato a Maduro por medio de un referendo en el 2016.
"Lo que nos queda es luchar sin miedo para salvar la Constitución, salvar a Venezuela y salvar el derecho al voto. Nos toca juntos y a fuerza de coraje vencer esta dictadura", dijo Julio Borges, abogado de 47 años, al asumir como titular de la Asamblea Nacional en relevo del veterano Henry Ramos Allup.
Pero muchos venezolanos no pudieron ver la juramentación ni seguir el discurso de Borges por televisión, solo por Internet. Durante la sesión parlamentaria, el gobierno retransmitió un acto de Maduro del día anterior.
Borges, exjefe de la fracción opositora, anunció que "en los próximos días" Maduro será declarado en "abandono del cargo" por incumplir deberes y hundir al país petrolero en una de las peores crisis de su historia, según sus adversarios.
Con esa decisión, la Asamblea Nacional "abre las puertas para que en Venezuela haya elecciones en todos los niveles", de presidente, gobernadores, alcaldes e incluso parlamentarias, dijo Borges, sin precisar cómo lo lograrán.
Carta del chavismo. Pero la Justicia, acusada de servir al chavismo, al considerarlo en desacato anula todas las decisiones del Parlamento, controlado por la oposición por primera vez en 18 años de gobierno chavista.
Para esta nueva etapa de confrontación, Maduro rearmó el viernes su gobierno y nombró a Tareck El Aissami, de 42 años y quien se dice "chavista radical", como vicepresidente en sustitución de Aristóbulo Istúriz.
El Aissami, cuya familia es de origen sirio-libanesa, es ahora una figura clave porque sería el relevo de Maduro si su mandato fuera revocado en un referendo este año.
"Desde la ilegítima Asamblea pretenden imponer el discurso de odio e irrespeto a la Constitución. No esperábamos menos de una derecha deplorable racista y antipopular", dijo El Aissami, exministro del Interior y quien hasta ahora fue gobernador del estado central de Aragua.
Maduro pidió a El Aissimi que se encargue de la seguridad del país y luche contra los "terroristas de la extrema derecha". Aseguró que este año será el de "la recuperación" y cambió a su equipo económico.
"Es el mismo equipo fracasado", reaccionó Borges.
Borges no mencionó si la oposición seguirá impulsando el referendo, suspendido en octubre pasado por el poder electoral, aun si ya no implica una pronta salida del chavismo del poder. Solo insistió en la urgencia de elecciones.
"Así como la democracia no es solo votar, no hay democracia sin voto", expresó el excandidato presidencial Henrique Capriles, copartidario de Borges.
Por ley, si Maduro hubiera perdido un referendo en el 2016, debían convocarse elecciones presidenciales, pero después del 10 de enero -cuando cumple cuatro años de mandato- solo sería reemplazado por su vicepresidente para completar el periodo que concluye a inicios del 2019.
Llamado a militares. En su intervención, Borges se dirigió especialmente a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), que ha declarado lealtad a Maduro y al legado del líder socialista Hugo Chávez.
"Hermanos de la Fuerza Armada, Nicolás Maduro está fuera de la Constitución y eso es inaceptable. No es un llamado a la rebelión (sino a que) se permita que el pueblo vote", aclaró Borges.
A su juicio, Maduro está "jugando con fuego" y pidió a los militares: "Caminemos juntos hacia una patria en la que el pueblo los vuelva a ver con respeto".
Cansados de la altísima inflación y la falta de alimentos y medicinas, un 78,5% de los venezolanos, según Datanálisis, rechaza la gestión de Maduro. Pero la MUD no ha logrado capitalizar el descontento.
Según Keller y Asociados, su apoyo bajó del 45% a 38% en los últimos dos meses, por errores de estrategia, desconexión social y por iniciar un diálogo con el gobierno, auspiciado por el Vaticano, pero rechazado por la mitad de sus 30 partidos y muchos seguidores.
La oposición pretendía lograr en las pláticas una reactivación del referendo o un adelanto de las elecciones presidenciales del 2018.
Pero el chavismo ha descartado negociar esos temas, tras lo que la MUD congeló el proceso y piensa no asistir el 13 de enero a la tercera ronda, aunque fueron liberados 17 de un centenar de opositores presos.
"Los retos de la oposición son gigantes", consideró el analista Luis Vicente León, para quien la MUD debe entender que "sin unidad" y conexión social no cambiará nada.