Bogotá
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, abrió este lunes un diálogo nacional para terminar el conflicto armado de medio siglo con las FARC, y ratificó en el cargo a su jefe negociador de paz, tras el plebiscito que rechazó el pacto con esa guerrilla.
"He designado al doctor Humberto de la Calle -a quien ratifiqué como jefe negociador- a la canciller María Ángela Holguín y al ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, para que, a la mayor brevedad, comiencen los diálogos que nos permitan abordar todos los temas necesarios para tener un acuerdo y culminar con éxito el sueño de toda Colombia de terminar la guerra con las FARC", dijo en una locución televisada.
El mandatario agradeció el respaldo de representantes políticos, con quienes se reunió más temprano, "para seguir buscando la paz y para establecer los diálogos necesarios para no echar al traste casi seis años de grandes esfuerzos que culminaron con el acuerdo con las FARC".
El pacto sellado hace una semana en Cartagena con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) fue el resultado de conversaciones iniciadas cuando Santos asumió su primer gobierno, en el 2010, mandato para el que fue reelecto en el 2014.
La fase pública de las negociaciones comenzó en noviembre del 2012, con la instalación de diálogos formales en La Habana, auspiciados por Cuba y Noruega, como garantes, y Venezuela y Chile, como acompañantes.
En ese sentido, Santos agradeció "las manifestaciones de apoyo y de estímulo para no desfallecer en la búsqueda de la paz" que recibió en las últimas horas de parte de la comunidad internacional.
"El país necesita unidad. Tenemos que dejar atrás las rencillas, los odios y la polarización que tanto daño nos hace", declaró tras el triunfo del no por un ajustado margen: 50,21% a 49,78%, según el último reporte electoral.
Así, saludó la designación de tres voceros del derechista Centro Democrático liderado por el expresidente Álvaro Uribe, que encabezó la campaña contra el acuerdo de paz con las FARC, "para sentarse a dialogar y llevar a feliz término el proceso de paz".
"Tendremos que actuar con prontitud y poner límites de tiempo, pues la incertidumbre y la falta de claridad sobre lo que sigue ponen en riesgo todo lo que hasta ahora se ha construido", señaló.