Buenos Aires AFP. Mauricio Macri, un liberal de derecha que prometió una batería de anuncios económicos tan pronto asumiera la presidencia de Argentina, priorizó este viernes gestos políticos que refuerzan la invocatoria al diálogo y el acuerdo nacional para reactivar una economía estancada.
“El ingeniero”, como se refieren a Macri en todas las esferas, empezó el día inaugurando una obra vial en las afueras de Buenos Aires; sostuvo una reunión con Daniel Scioli, rival como candidato del kirchnerismo, a quien venció por poco margen el 22 de noviembre y luego asistió a una [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20151211_0011]]ceremonia interreligiosa[[END:INLINEREF]] en la catedral.
“Gracias por la predisposición para trabajar a partir de las coincidencias”, escribió Macri en Twitter acompañada de una foto con su excompetidor político en la Casa Rosada.
Por su parte, Scioli, el primero de los cuatro excandidatos a la presidencia en reunirse el viernes con Macri, apuntó que “están dadas las condiciones para abrir un debate sobre la coparticipación”.
“Hay que dar muestra de madurez, de convivencia, pensando en la patria”, recalcó el exgobernador de la poderosa provincia de Buenos Aires al indicar que le pidió incluir en su plan de gobierno algunas ideas que formaron parte de su plataforma de campaña.
El mandatario había prometido durante su campaña levantar este viernes el control cambiario para ajustar el valor real del peso frente al dólar y luego controlaría la inflación, que roza el 30%. Sin embargo, no hay señales de medidas drásticas en lo inmediato.
El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, aseguró que la situación económica “no es crítica, pero tenemos una herencia compleja”, al salir del tedeum tradicional el día después de que Macri jurara como mandatario.
Este viernes, en la catedral de Buenos Aires, Macri se comprometió “ante Dios a ser instrumento de concordia, de paz y amistad social, y a luchar contra los flagelos que afligen a los más desprotegidos”.
Las expectativas con el Gobierno de este exitoso empresario, hijo de un magnate dueño de un conglomerado industrial, son muy altas en la tercera economía de América Latina.
Inversionistas y el mercado en general tienen la esperanza de que con Macri en el poder, rápidamente se tomen decisiones hacia la prometida apertura económica “para volver a ser un país normal”, como reiteraron en campaña.
Reglas claras para el ingreso de capitales extranjeros, levantar medidas proteccionistas, bajar el déficit estimado por encima de 5% del producto interno bruto (PIB) y aumentar las reservas del Banco Central ubicadas por debajo de los $25.000 millones.
“Vamos a cuidar a todos y el Estado va a estar en donde sea necesario para cada argentino, en especial para los que menos tienen”, remarcó Macri para esa gran porción de este país de 40 millones de personas que apoyaron las políticas de subsidios del kirchnerismo.
Sin embargo, también admitió en su asunción que “los desafíos son enormes” y no se resolverán de un día para el otro.