"La gente está desesperada porque no los ayudan, hay gente dentro de edificios, hay que agarrar a la gente para que no se metan entre los escombros, es un caos".
Lo contó este martes en la tarde la costarricense Nancy Díaz Arias, quien estudia Gastronomía Internacional en la Ciudad de México y se encontraba en un restaurante cuando se produjo el terremoto que sacudió ese país.
Esta oriunda de la ciudad de Alajuela, de 34 años, describió un panorama crítico en la capital mexicana: "Realmente, aquí todo está mal, está colapsado. Estuve ayudando a repartir agua, llenando botellas de agua..."
Díaz relató que ya se produjeron derrumbes de edificios. Recalcó: "Es un caos"
La compatriota añadió que se mantenía en la calle y que "hay fugas de gas por todos lados".
"Sonó muy feo, bastante feo" en el momento que sobrevino el movimiento telúrico, a la 1:14 p. m. (12:14 p. m. hora costarricense). Antes, a las 11 a. m., había participado en un simulacro de emergencia.
Y es que el evento ocurrió justamente cuando México rememoraba el terremoto del 19 de setiembre de 1985, que devastó la capital del país y dejó miles de muertos.
La costarricense agregó que el movimiento empezó en forma leve y luego se intensificó.
"Me caí encima de una máquina y una compañera me sacó. No podemos entrar y no creo que trabajemos hoy. Siento que duró mucho. Hay botellas rotas, platos rotos, una lámpara caída. Acaba de llegar Internet, estamos asustados, realmente gracias a Dios hubo simulacro porque no hubiéramos sabido cómo actuar en estos momentos. Estamos en la calle porque no podemos entrar a ningún lado", explicó.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica informó de que la embajada en aquel país "está siendo desalojada por la emergencia que se está presentando ante las fugas de gas" en la zona donde se encuentra
El terremoto registró una magnitud de 7,1 grados y se produjo a una profundidad de 57 kilómetros, entre los estados de Pueblo y Morelos, precisó el Servicio Sismológico Nacional de México (SSN).