Jerusalén
Dos soldados israelíes murieron y siete resultaron heridos este miércoles como consecuencia de un misil antitanque disparado por el grupo libanés chiita Hezbolá contra un convoy militar, informaron las Fuerzas Armadas de Israel.
“Un misil antitanque alcanzó un vehículo del Ejército israelí en la región de Har Dov, causando la muerte de dos soldados e hiriendo adicionalmente a otros siete ” , explicó el Ejército en un comunicado sobre los hechos ocurridos esta mañana en la frontera entre Israel y Líbano, en los que también falleció un militar español que formaba parte de las Fuerzas de Naciones Unidas para el Líbano (Finul).
Según la investigación preliminar, las víctimas sufrieron primero las consecuencias de un explosivo oculto en la carretera que provocó la detección de su vehículo y, después, el impacto directo de un cohete antitanque Kornet.
Cinco de los heridos fueron trasladados con lesiones entre leves y moderadas en el hospital de la ciudad de Safed, en Galilea, y otros dos en el Rambam, de Haifa.
Medios locales indicaron que el convoy estaba formado por vehículos que no estaban convenientemente blindados, lo que ha desencadenado las primeras críticas contra un Ejército que estaba en alerta desde la muerte la semana pasada de seis milicianos de Hezbolá y un general de Guardia Revolucionaria iraní en un ataque aéreo.
Hezbolá e Irán atribuyeron a Israel la autoría de ese bombardeo y, aunque Israel no lo ha confirmado oficialmente, una fuente oficial anónima sí lo hizo.
El ataque de Hezbolá, al que siguió otro con morteros contra el monte Hermón, se produjo en las conocidas como Granjas de Chebaa, zona disputada que el Líbano reclama como suya y que Israel ocupó a Siria en 1967.
Israel respondió a ambos con un masivo bombardeo de posiciones de Hezbolá en el sur del Líbano, en la que es la peor escalada de violencia en esa zona desde la guerra del 2006.