Alepo, Siria
En tres meses, Bana, una niña siria de siete años que tuitea junto a su madre el infierno de vivir en un barrio bombardeado del este de Alepo, se ha convertido en fenómeno en las redes sociales.
La pequeña Bana al-Abed "desapareció" el domingo por la noche de Twitter al mismo tiempo que el Ejército sirio se acercaba a su casa del este de Alepo, sector brutalmente bombardeado desde el 15 de noviembre por el régimen, que hace todo lo posible para retomar el control total de la segunda ciudad del país.
Pero Bana reapareció el martes y tranquilizó a sus 217.000 seguidores: "Buenos días amigos míos, ¿cómo están? Yo estoy bien", tuiteó.
"Nuestra casa fue dañada por un bombardeo" en los últimos días, había dicho poco antes, por teléfono, su padre, Ghasan al-Abed, mientras el Ejército del régimen se ha apoderado de las dos terceras partes del sector rebelde de Alepo .
"Además, el Ejército se ha acercado mucho a nuestro barrio. Hemos huido hacia otro (barrio) en el este de Alepo y la familia va bien", añadió.
"La red Internet es muy débil", agregó.
Bitácora de guerra. Con la ayuda de su madre Fatema, Bana comenzó el 23 de setiembre a tuitear en inglés durante una violenta campaña de bombardeos llevada a cabo por el régimen de Bashar al-Asad para reconquistar los barrios del este de Alepo en manos de los insurgentes desde el 2012.
Por medio de la cuenta [sumario]AlabedBana, verificada por Twitter, su madre suscitó la inquietud de los internautas al tuitear el domingo: "Estamos seguros de que el Ejército nos va a detener ahora. Nos volveremos a ver un día, querido mundo. Hasta pronto. Fatema".
La cuenta permaneció en silencio durante 24 horas, generando inquietud en las redes, con el lanzamiento de la etiqueta WhereisBana (donde está Bana).
Pero la madre se manifestó otra vez el lunes al tuitear: "Estamos siendo atacados. No hay dónde ir, cada minuto la muerte acecha. Rueguen por nosotros. Hasta pronto".
Madre e hija han ido escribiendo una serie de tuits, donde describen el infierno que viven las 250.000 personas asediadas desde julio y sometidas a intensos bombardeos. Los tuits incluyen fotos y videos de los bombardeos, o de Bana leyendo.
La suerte de Bana conmociona a miles de internautas que ven en ella el símbolo del drama de los civiles en el este de Alepo. La niña atrajo la atención de la autora británica J.K. Rowling que le ofreció Harry Potter en versión electrónica.
Pero los detractores de la oposición y de los rebeldes, entre ellos el propio presidente Asad en persona, consideran que se trata de un instrumento propagandístico.
"Es un juego, un juego propagandístico, un juego de los medios", afirmó Asad en octubre a la cadena danesa TV2.
Niños símbolo. En casi seis años de atroz conflicto en Siria, numerosos niños, identificados o anónimos, han sido transformados en "símbolos" de esta tragedia humana.
En el 2011, apenas dos meses después del inicio de la revuelta contra el régimen de Asad, Hamza al-Jatib, de 13 años, fue detenido, torturado y asesinado por los servicio secretos, según su familia y la oposición.
Se convirtió en símbolo de la represión sangrienta de las autoridades contra las manifestaciones pacíficas, que acabaron transformándose en rebelión armada.
En el 2015, la foto de Aylan, el niño sirio que apareció ahogado en una playa turca, provocó la indignación mundial al resumir la tragedia de millones de refugiados huyendo el país en guerra.
En agosto, la foto de Omran, sentado en una ambulancia, con su rostro aturdido y ensangrentado, tras la destrucción de su casa en el este de Alepo, también dio la vuelta al mundo.