BAQUFA. AFP. Fuerzas kurdas apoyadas por aviones militares estadounidenses continuaban ayer su ofensiva contra los yihadistas del Estado Islámico (EI) tras haberles arrebatado la represa más importante de Irak, en un contexto de creciente implicación militar de Washington y Londres.
La recuperación de la represa de Mosul constituye el mayor revés infligido a los yihadistas del EI desde el lanzamiento de su ofensiva el 9 de junio, que les permitió apoderarse de amplios territorios en Irak frente a un Ejército iraquí en desbandada.
Estos combatientes , que luchan también en la vecina Siria contra el régimen de Damasco y contra los rebeldes, se enfrentan igualmente con bombardeos del Ejército de Bashar al-Asad desde hace dos días contra sus posiciones en el norte y este de Siria.
Tras retomar el domingo la represa de Mosul, las fuerzas kurdas luchan ahora contra los yihadistas en la localidad de Tal Kayf, al sureste de este lugar.
“Los aviones bombardean y las fuerzas kurdas avanzan”, declaró un combatiente kurdo.
Según el Ejército estadounidense, sus aviones lanzaron 15 ataques aéreos contra los yihadistas alrededor de la represa ayer, que se unen a los 14 bombardeos lanzados el domingo en el sector.
En la represa, los expertos continuaban la búsqueda de explosivos colocados por el EI, después que el vocero iraquí de Seguridad, el general Kasem Ata, confirmó la conquista de toda la instalación.
Desde principios de agosto, los combatientes kurdos de Irak , Siria y Turquía unieron sus fuerzas para hacer frente a la progresión yihadista, que amenaza la región autónoma del Kurdistán iraquí.
Táctica. El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció ayer que su país seguirá una estrategia “de largo plazo” para derrotar al Estado Islámico (EI), bajo bombardeo estadounidense desde hace días en el norte de Irak .
“Continuaremos siguiendo una estrategia de largo plazo para revertir la tendencia contra EI, apoyando el nuevo Gobierno iraquí y trabajando con los aliados claves en la región”, dijo Obama en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
El mandatario también advirtió de que los combatientes sunitas, quienes controlan extensos territorios en Irak y Siria, representan una “amenaza para todos los iraquíes” y el Oriente Medio.
Obama autorizó los bombardeos para apoyar las fuerzas iraquíes y proteger los intereses de Estados Unidos en Irak .
Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, calificó a los combatientes del EI de amenaza directa para el Reino Unido, y se declaró dispuesto a usar todos los medios para frenar su avance.
El ministro de Defensa inglés, Michael Fallon, afirmó que Londres y otros países europeos estaban resueltos a actuar para ayudar Irak “a combatir esta nueva y extremista forma de terrorismo”.
Tras dos meses de conflicto, las potencias occidentales, aliviadas por la salida del controvertido primer ministro Nuri al-Maliki , enviaron ayuda humanitaria a los centenares de miles de refugiados que huían de los yihadistas , así como armas a las fuerzas kurdas.
Al-Maliki estaba acusado de alimentar el caos con su política de sesgo confesional contra las minorías del país.