La Oficina de Inspección General en Afganistán (Sigar) presentó un informe en el que critica el uso millonario de fondos estadounidenses sin resultados visibles.
“Pese a gastar $7.000 millones en combatir el cultivo del opio y desarrollar las capacidades del Gobierno afgano en la lucha contra el narcotráfico, se alcanzaron cifras récord en el 2013”, dijo la Sigar.
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), la producción de opio el año anterior creció 49 % respecto al 2012 y el área de cultivo creció hasta las 209.000 hectáreas, muy por encima del anterior récord: 193.000 hectáreas en el 2007.
Críticas. El informe de la Sigar cita a la Embajada de Estados Unidos en Kabul, que reclama la implicación total del Ejecutivo afgano y sus ciudadanos para contribuir a la expansión del opio.
“El fracaso en reducir el cultivo de opio se debe a la falta de apoyo por parte del Gobierno afgano”, sentenció el Departamento de Defensa estadounidense, como reacción a los datos de la Sigar.
Afganistán es el principal productor de adormidera del mundo y, en 2012, el 75% de la heroína mundial procedía de este país (frente al 90 % registrado hasta 2010) , a pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional por erradicar su cultivo e impulsar otras plantaciones.
Según datos de Naciones Unidas, los ingresos que genera el opio financian el 15% de las actividades del Régimen Talibán, que ha incrementado sus acciones contra las fuerzas gubernamentales.