Qayyarah, Irak
La ofensiva para arrebatarle la ciudad de Mosul al grupo ultrarradical sunita Estado Islámico (EI) bajó el ritmo el martes a medida que las fuerzas gubernamentales iraquíes avanzaban por el este y sur y llegaban a aldeas pobladas por civiles.
Los combatientes kurdos iraquíes (peshmerga), en gran parte hicieron una pausa en su ofensiva, según sus comandantes en el frente, al este de Mosul. El objetivo era consolidar las conquistas logradas el día anterior
Desde Washington, el presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió el martes de que la batalla para retomar el control de la segunda ciudad de Irak será "difícil". "Habrá progresos y habrá retrocesos", agregó, aunque se mostró "confiado" en que el EI será derrotad y "esto será un paso en la dirección a su destrucción completa".
Las fuerzas iraquíes avanzaron por el sur y este de Mosul, y llegaron a la periferia de al-Hamdaniya, un poblado cristiano que una vez albergó a decenas de miles de habitantes. Por el sur, la Policía federal arribó a al-Houd, donde cientos de personas aún viven, según estimaciones de las Naciones Unidas.
El teniente coronel del Ejército Mohamed Shaker aseguró que al-Hamdaniya estaba cercada y que sus fuerzas reconquistaron seis aldeas en los últimos dos días.
Más de 25.000 efectivos han sido despachados para la reconquista de Mosul, un enorme operativo que probablemente tardará semanas o meses. La ciudad sigue albergando a más de un millón de habitantes, por lo cual grupos de asistencia alertaron de que un millón de personas podrían verse obligadas a huir, lo que provocaría una grave crisis humanitaria.
"El operativo se desarrolla de acuerdo con los planes y hemos tenido gran éxito", afirmó el teniente general del Ejército Qassim al-Maliki. "El enemigo va en retirada, pero está dejando pequeñas unidades de tres o cuatro efectivos, y las estamos barriendo".
El lunes, las fuerzas kurdas reconquistaron unos 200 kilómetros cuadrados, de acuerdo con Masud Barzani, presidente de la zona autónoma kurda iraquí.
Los comandantes de los peshmergas en el campo de batalla calculan que retomaron cinco aldeas y que obligaron al Estado Islámico a retroceder ocho kilómetros. El frente de batalla al este estaba ahora a 30 kilómetros de la ciudad.
Poco a poco. El martes por la mañana, el frente se encontraba mayormente tranquilo al día siguiente de un gran avance de las fuerzas kurdas cobijadas por bombardeos estadounidenses e intensos cañoneos.
"Nosotros simplemente estamos reteniendo las posiciones", expresó el coronel peshmerga Khathar Sheikhan. "El Ejército iraquí ahora avanzará más allá de las zonas que controlamos".
Un portavoz de coalición liderada por Estados Unidos aseveró que la operación marcha de acuerdo con el plan y que las fuerzas iraquíes estaban logrando "un progreso excelente".
"No hay pausa alguna en el operativo para liberar a Mosul. Las tropas están avanzando sobre varios frentes en torno a la ciudad" , indicó el coronel John Dorrian. "Algunos comandantes han cumplido con su misión antes de lo planeado tras toparse con resistencia ligera o moderada".
Antes de alcanzar las cercanías directas de Mosul, donde estarían atrincherados entre 3.000 y 4.500 yihadistas fuertemente armados, las fuerzas iraquíes atravesarán territorios controlados por el EI alrededor de la ciudad.
Las fuerzas leales al gobierno de Bagdad avanzaban desde Qayyarah, así como desde Jazir (este), hacia Mosul, último gran bastión del EI en Irak.
Posible gran éxodo. Esta batalla por Mosul hace temer un éxodo masivo de población.
Unas 1,5 millones de personas viven todavía en la ciudad y podrían verse atrapadas en medio de los violentos combates o ser utilizadas como escudos humanos por los yihadistas, como hicieron en otras poblaciones que perdieron en Irak en los últimos meses.
El Pentágono expresó su preocupación por la seguridad de los civiles y recordó que el EI impedía que salieran de la ciudad. "Están siendo retenidos contra su voluntad" por los yihadistas y los utilizan como "escudos humanos", declaró el portavoz del Pentágono, Jeff Davis.
La coordinadora humanitaria de Naciones Unidas para Irak, Lise Grande, declaró el lunes que todavía no hay mucha gente que huye de Mosul, pero se refirió a la posibilidad de que se produzcan "importantes movimientos de poblaciones (...) de aquí a cinco o seis días".
Unas 200.000 personas podrían desplazarse "en las dos primeras semanas", cifra que puede aumentar significativamente a medida que avance la ofensiva, según Naciones Unidas.
"Las agencias humanitarias preparan refugios en tres regiones prioritarias en el sur de Mosul donde serán albergados los primeros desplazados", añadió.
Amnistía Internacional (AI) pidió este martes a Irak que garantice que sus fuerzas de seguridad y las numerosas milicias paramilitares no cometan abusos con los civiles.