Adén
Las fuerzas progubernamentales de Yemen, con el apoyo de la coalición liderada por Arabia Saudí, retomaron la mayor base aérea del país, un nuevo golpe para los rebeldes que ya perdieron el mes pasado la ciudad de Adén.
La captura de la base de al-Anad fue el resultado de un asalto de 24 horas con armas pesadas proporcionadas por la coalición árabe, que también ha desplegado tropas en Adén para apoyar a las fuerzas progubernamentales.
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El ministerio de Defensa alabó la victoria en al-Anad y prometió seguir la guerra contra los rebeldes chiitas hutíes y sus aliados, hasta que la autoridad del exiliado presidente Abd Rabbo Mansur pueda ser restaurada en todo el país.
La base de al-Anad, situada 60 km al norte de Adén, está localizada en un punto estratégico de una carretera que lleva a Taez, la tercera ciudad del país, y a Saná, la capital, en manos rebeldes.
Hasta que los rebeldes la tomaron en marzo, esta base de 15 km2 albergaba a tropas estadounidenses que supervisaban la campaña de ataques con drones contra al-Qaeda en Yemen.
Su pérdida supone un nuevo golpe par los rebeldes. Su líder, Abdelmalik al-Huthi, había afirmado el domingo que la pérdida de Adén, la segunda ciudad del país, tras cuatro meses de intensos combates era solo "temporal" y que la volverían a recuperar.
Según fuentes progubernamentales, al menos 70 rebeldes murieron y otros diez fueron capturados durante la lucha por al-Anad, mientras que las fuerzas progubernamentales registraron 24 muertos y 23 heridos.
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Algunos soldados que participaron en el asalto explicaron que los rebeldes opusieron una "resistencia tenaz" pero que vencieron gracias al apoyo de los ataques aéreos de la coalición.
La reconquista de al-Anad refuerza considerablemente la defensa de Adén y abre la vía a un posible retorno a esta ciudad del gobierno en el exilio, donde ya se había refugiado antes de verse obligado a huir en marzo hacia Arabia Saudí.
El domingo, centenares de soldados de la coalición árabe (unos 1.500 según el diario saudí al-Hayat) entraron en Adén con tanques y vehículos blindados para "proteger" esta ciudad, devastada por cuatro meses de combates, dijo a la AFP una fuente militar.
Adén tiene muchos edificios destruidos y graves problemas de suministro de agua y electricidad pero la ayuda solo esta llegando en cuentagotas. El 22 de julio se reabrió el aeropuerto y están empezando a aterrizar aviones con ayuda de Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Catar.
Según Naciones Unidas, la guerra en Yemen ha dejado más de 4.000 muertos, la mitad de ellos civiles, y el 80% de la población de este país de 21 millones de habitantes necesita ayuda.
Por su parte, la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) cifró este martes en 100.000 el número de personas que han tenido que dejar el país por el conflicto, muchas en dirección a Somalia, Etiopía o Yibuti, que el lunes pidió ayuda para auxiliar a los refugiados.
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Aunque perdieron Adén, los rebeldes siguen controlando la capital y vastos territorios en el país.
Naciones Unidas ha pedido reiteradamente un alto el fuego pero las negociaciones organizadas en junio en Ginebra fracasaron.
El gobierno en el exilio dijo entonces que sólo hablará con los rebeldes cuando abandonen los territorios que han conquistado desde que empezó su ofensiva. Pero los rebeldes respondieron que abandonar esos territorios los expondría a los ataques de los grupos yihadistas como al-Qaeda o el Estado Islámico, que también actúan en el país.