Alepo, Siria
La tregua en Siria sufrió varios reveses este viernes, entre nuevos combates entre el régimen y los rebeldes y un bombardeo que mató a tres civiles, mientras se enrarecen las relaciones entre Estados Unidos y Rusia en torno a la ayuda humanitaria.
En el plano diplomático, el Consejo de Seguridad de la ONU canceló una reunión a puerta cerrada para discutir el respaldo al acuerdo, considerada como la "última oportunidad" para terminar con un conflicto complejo que desde el 2011 ha dejado más de 300.000 muertos.
La reunión había sido convocada para permitir que los embajadores ruso y estadounidense presentaran detalles del acuerdo conjunto que contempla un alto el fuego, la entrega de ayuda y ataques conjuntos contra los yihadistas en Siria.
La tregua ha estado marcada por la demora en la llegada de la ayuda humanitaria, las violaciones del cese el fuego, que provocaron la muerte de civiles este viernes, y la creciente fricción entre Estados Unidos y Rusia.
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El viernes, durante una llamada telefónica a Sergei Lavrov, John Kerry condenó "los retrasos repetidos e inaceptables de la ayuda humanitaria" destinada a la población afectada por la guerra, según su vocero, John Kirby.
Decenas de camiones llenos de ayuda humanitaria para los habitantes de la sitiada ciudad de Alepo (norte) seguían bloqueados el viernes en la frontera turca.
"El desafío al que seguimos enfrentándonos –y se trata de una triste realidad– es asegurar que todas las partes del conflicto y aquellos que tienen influencia en ellas se pongan de acuerdo", declaró David Swanson, vocero de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). "Para nuestro personal humanitario (la espera) es terriblemente frustrante".
Para llegar a la población de la zona rebelde de Alepo, el pacto prevé la desmilitarización de la carretera de Castello, al norte de la ciudad.
Sin embargo, el OSDH afirmó que las tropas del régimen seguían desplegadas allí, aunque Rusia aseguró que habían empezado a retirarse.
Pero Rusia también ha tenido reproches para Estados Unidos: acusa a Washington de no haber cumplido con sus compromisos al no presionar lo suficiente a los rebeldes para que se disocien de grupos yihadistas como el Frente Fateh al-Sham.
Este es uno de los principales desafíos para lograr la aplicación del acuerdo, ya que los rebeldes cuentan con el apoyo de Fateh al-Sham, con experiencia y bien organizado, para la batalla contra el régimen en Alepo.
Además, juntos controlan extensos territorios en las provincias de Alepo e Idleb.
Las zonas bajo control de los grupos yihadistas Estado Islámico (EI) y el frente Fateh al Sham están excluidas del acuerdo de tregua y siguen siendo objeto de bombardeos aéreos por parte de Rusia, el régimen sirio y Estados Unidos.
Según el acuerdo, un cese de las hostilidades durante siete días consecutivos debería abrir la vía a la puesta en marcha de un centro de coordinación militar entre ambos países para atacar juntos a los yihadistas.
"Estamos dispuestos a prolongar la tregua 72 horas más" declaró el general ruso Viktor Poznikhir durante un sesión informativa retransmitida por la televisión rusa.
Sin embargo, el Pentágono descartó una colaboración militar entre ambas potencias mientras no se desbloquee la ayuda humanitaria.
"El secretario (John Kerry) dejó claro que Estados Unidos no va a establecer un centro de coordinación conjunta hasta que se cumplan los acuerdos para el acceso de ayuda humanitaria", dijo Kirby.
Tras violaciones menores registradas desde el lunes, el viernes se produjeron fuertes combates entre el régimen y los rebeldes en la periferia este de Damasco.
Un comunicado oficial del Ministerio de Defensa había advertido que "solo una de las partes", el régimen de Bashar al-Asad, respetaba el alto el fuego.
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El Ejército bloqueó una tentativa de los rebeldes de entrar en la capital a través del barrio de Jobar, según una fuente militar que mencionó "enfrentamientos intensos y disparos de cohetes". Jobar está en manos de facciones rebeldes aliadas del grupo yihadista Frente Fateh al Sham (exFrente al-Nusra, brazo sirio de al-Qaeda), presente en este barrio.
Por otra parte, en la provincia de Idleb el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) registró las primeras víctimas civiles en bombardeos aéreos contra una localidad rebelde desde el inicio de la tregua el lunes. Se trata de tres personas, entre ellas dos niños, que murieron en Jan Sheijun.
En tanto, el Pentágono informó que un bombardeo aéreo de la coalición liderada por Estados Unidos abatió el 7 de setiembre al "ministro de información" del grupo (EI), Wa'il Adil Hasan Salman al-Fayad.
El vocero del Pentágono, Peter Cook, dijo que el alto responsable del EI había principalmente supervisado la producción de videos que mostraban torturas y ejecuciones, y era un "cercano colaborador" del número dos del grupo yihadista, Abu Mohammed al Adnani, que también fue abatido el 30 de agosto en otro lugar.