Alepo, Siria. AFP. Varias decenas de habitantes de la zona rebelde de la ciudad siria de Alepo (al norte) huyeron el sábado al amanecer por temor a nuevos ataques del régimen de Bashar al-Asad que bombardea la zona desde hace días.
En otras zonas de Siria, una tregua temporal que entró en vigo r en la última medianoche parecía respetarse en dos frentes: en el norte de la provincia de Latakia y en Guta Oriental, cerca de Damasco. No se registraron disparos en esas regiones, escenario de violentos combates en las últimas semanas.
En los sectores rebeldes de Alepo , segunda ciudad del país, se vieron a varias familias abandonar el barrio de Bustan al-Qasr, blanco de los bombardeos desde hace varios días.
Drama. “La situación se ha vuelto insoportable”, declaró Abu Mohamad, quien dejó su domicilio junto a su mujer y sus cinco hijos. “Uno de mis pequeños está aterrorizado por las bombas y, desde hace una semana, ya nadie viene a comprar a mi tienda”, aseguró el comerciante de electrodomésticos.
Varias familias decidieron refugiarse en otros barrios más seguros, mientras que otras abandonaron la zona.
Otras se esconden en casas por miedo a ataques del Ejército sirio , que bombardea la ciudad desde el 22 de abril, según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Desde esa fecha, un total de 246 personas han fallecido por culpa de los enfrentamientos , según el OSDH.
La comunidad internacional denunció los bombardeos de ambos bandos y la ONU lamentó un “menosprecio monstruoso por las vidas de los civiles de todas las partes del conflicto”.
El sábado, al menos seis personas perdieron la vida en el sector rebelde, según la defensa civil. El OSDH reportó 20 bombardeos.
Los pocos transeúntes que se veían por las calles miraban hacia el cielo preocupados, por miedo a que algún avión militar sobrevolase el barrio. Desde el momento en el que advierten una amenaza, se precipitan hacia los refugios o las entradas de los edificios para protegerse.
Alepo vivió el jueves su jornada más sangrienta desde que se intensificaran los bombardeos hace más de una semana, con más de 50 muertos, incluyendo niños y algunos médicos.
En el hospital Al-Qods, en el que colabora la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) , un bombardeo acabó con la vida, entre otros, de un reputado pediatra del sector rebelde.
El doctor Mohamad Wasim Maaz, alepino de unos 30 años, “estaba totalmente entregado al servicio de los habitantes (...) Hacía chequeos médicos a unos cien niños al día”, explicó a la Samar Hijazi, responsable de los archivos del hospital. “El hospital era, de alguna forma, su casa. Se quedaba hasta la noche”, acotó.
Según Hijaz, los hospitales que siguen operativos en el sector rebelde “se cuentan con los dedos de una mano y el personal médico está agotado”.
En otras partes de Siria, los frentes del norte de la provincia de Latakia, feudo de al-Asad, y de Guta Oriental, que Damasco considera bastión de los rebeldes, estaban en calma al comienzo de la tarde.
Según el Ejército sirio, la interrupción de los combates debía durar 24 horas en Guta Oriental y 72 en la región de Latakia.