La alta representante de la política exterior europea, Catherine Ashton, anunció formalmente el acuerdo en una muy breve ceremonia realizada en el Palacio de las Naciones, sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ubicada en Ginebra.
Las potencias del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) negociaban con Irán desde el miércoles.
Según lo acordado, el Gobierno iraní se compromete a detener el procesamiento de uranio enriquecido hasta el 20% y solo podrá hacerlo por debajo del 5%, lo cual resulta suficiente para su uso civil.
Asimismo, se estipuló que no seguirá expandiendo las plantas nucleares de Fordo y Natanz, ni la planta de agua pesada de Arak. En esta última, aún en construcción, se podría producir plutonio cuando empiece a operar.
Por su parte, el Organismo Internacional de la Energía Atómica tendrá un control total sobre el programa nuclear.
El presidente de Irán , Hasan Rohani, acogió con satisfacción el acuerdo alcanzado, afirmando que este “abrirá nuevos horizontes”.
“El voto del pueblo a favor de la moderación y del compromiso constructivo y los incansables esfuerzos de los equipos de negociadores abrirán nuevos horizontes”, escribió en su cuenta Twitter el mandatario iraní.
Tras recibir la noticia, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reiteró que Israel y sus aliados del Golfo tienen buenas razones para ser escépticos sobre las intenciones de Irán, pese al acuerdo alcanzado.
Además insistió en la promesa de Estados Unidos de impedir que Irán lograse construir una bomba atómica, para lo cual hoy “se ha dado un importante primer paso”, recalcó el mandatario.