Beirut
El norte de Siria es escenario este martes de violentos combates entre el Estado Islámico y las fuerzas kurdas, apoyadas por la coalición internacional liderada por Estados Unidos, que ha intensificado los bombardeos para hacer retroceder a los yihadistas.
Desde el domingo, los ataques de la coalición internacional y los combates terrestres frente a las fuerzas kurdas han dejado 78 muertos entre las filas de la organización extremista en el norte del país en guerra, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Los bombardeos han permitido a las fuerzas kurdas expulsar a los yihadistas de aldeas entre las provincias septentrionales de Raqa y Hasaké.
"Intensificamos nuestros esfuerzos contra las bases del EI en Siria", declaró el presidente estadounidense Barack Obama el lunes por la noche, añadiendo que los bombardeos continuarán, dirigidos principalmente contra "las instalaciones petrolíferas y de gas que financian muchas de las operaciones" del grupo.
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Según Obama, los más de 5.000 bombardeos aéreos llevados a cabo en Irak y en Siria han permitido eliminar a "miles de combatientes, entre ellos altos responsables del EI".
"No será rápido. Es una campaña de largo recorrido", insistió.
Según el secretario estadounidense de Defensa, Ashton Carter, los bombardeos norteamericanos pretenden ante todo asegurar el avance de la fuerzas kurdas.
Iniciados el 23 de setiembre de 2014, los bombardeos permitieron a los kurdos expulsar al EI de las ciudades de Kobane y de Tall Abyad, en la frontera con Turquía, y avanzar hasta el mismo corazón de la provincia de Raqa, bastión de la organización ultrarradical, que decretó hace un año un "califato" a caballo entre Siria e Irak.
La caída de Tall Abyad representó un duro revés para el EI, que utilizaba esta localidad fronteriza para hacer pasar desde Turquía armas y combatientes.
Desde el lunes, los bombardeos de la coalición también permitieron a los kurdos recuperar el control de más de diez aldeas entre las provincias de Raqa y Hasaké, tras los ataques sorpresa de los yihadistas.
"Los aviones de la coalición han jugado un rol eficaz en la recuperación de una localidad y 10 aldeas", indicó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH, subrayando que "los bombardeos llovían sobre varia zonas en la provincia de Raqa".
La localidad de Ain Isa, en la misma provincia, seguía en manos del EI, según la ONG. Ain Isa fue tomada por los kurdos el 23 de junio, pero el EI, negándose a aceptar la derrota, la atacó nuevamente este lunes. Por su parte, los kurdos aseguraban que había logrado expulsar una vez más a los yihadistas.
En el frente de Alepo, segunda ciudad del país, los combates continuaban al oeste de la metrópolis, donde dos coaliciones rebeldes lanzaron una gran ofensiva la semana pasada.
El martes, las fuerzas del régimen, apoyadas por el Hezbolá chiita libanés, intentaban retomar el Centro de Investigaciones Científicas capturado por Fatah Halab (Conquista de Alepo), una coalición de rebeldes considerados moderados.
La conquista de este centro militar estratégico es uno de los mayores avances de los rebeldes en dos años en esta ciudad, ya que les permite acercarse por primera vez a los barrios del oeste controlados por el régimen.
En esa zona, 25 combatientes del régimen murieron en lunes en un atentado suicida del Frente Al Nosra, la filial siria de al-Qaeda, según la OSDH.
La guerra en Siria, que en cuatro años ha dejado más de 230.000 muertos, opone al mismo tiempo a las fuerzas del régimen de Bashar al Asad, a rebeldes islamistas y moderados, a los combatientes kurdos y a las fuerzas del EI y de otros grupos yihadistas.