Gaza. AFP. En un túnel bajo la franja de Gaza, combatientes armados y encapuchados transportan proyectiles y cohetes. La Yihad Islámica se prepara activamente para el próximo conflicto con Israel, que se prevé cercano.
Hace seis meses, los palestinos, incluyendo a la Yihad Islámica, firmaron un alto el fuego con Israel cuya última ofensiva en Gaza, la tercera en seis años, acababa de matar a cerca de 2.200 palestinos en 50 días.
Yihad Islámica es la segunda fuerza en el enclave palestino, en manos de Hamás.
Durante esta guerra, Yihad Islámica afirma haber perdido a 123 hombres y lanzado 3.249 misiles y cohetes, entre ellos, cohetes de artillería Fajr-5 de fabricación iraní contra el centro de Israel, incluyendo Tel Aviv.
Desde entonces, las brigadas Al Quds, su brazo armado, aseguran haber repuesto su arsenal, reemplazado sus bajas y reclutado a nuevos combatientes. Como Hamás, rechazan precisar con cuántos efectivos cuentan, aunque expertos y observadores apuntan a que tendrían entre 10.000 y 15.000 milicianos.
“Estamos en el más alto nivel de alerta para enfrentar cualquier ataque”, manifiesta Abu al-Baraa, alto comandante de al- Quds.
Fundado a principios de los años 1980 con Irán como fuente de inspiración, el grupo solo se dedica a la acción armada, no participa en las elecciones. Yihad Islámica se apoya mucho en su red subterránea, que permitió a sus hombres y a los de Hamás realizar emboscadas mortíferas contra las tropas israelíes durante la última guerra.
En los túneles. Por primera vez, periodistas de AFP pudieron entrar en uno de estos túneles, cerca de la frontera con Israel. Bajo tierra, entre las paredes de hormigón y bajo un sólido techo de cemento, la red parece estar muy organizada.
Según sus combatientes, Al- Quds “posee una red de túneles de diferente longitud, algunos con varias entradas”. Es imposible saber más sobre la red o cómo fue construida.
Las brigadas Al-Quds rechazan detallar la procedencia de sus armas o su financiación. En cualquier caso, los expertos aseguran que Egipto les asestó un duro golpe al destruir túneles que permitían la llegada de armas y de dinero desde su territorio.
Para el portavoz del Ejército de Israel Peter Lerner, resulta razonable pensar que los grupos armados desvían el cemento que entra, con cuentagotas, destinado a la reconstrucción del enclave palestino bloqueado.
También al aire libre, las brigadas dicen estar listas. En Jan Yunes, sur de Gaza, una bandera señala “Escuela de muyahidines”. AFP asistió al entrenamiento de cerca de 200 reclutas, de entre 19 y 22 años, según Abu Seif, comandante de Al-Quds.
Los jóvenes se entrenan con balas reales, encadenando recorridos y saltos a través de las llamas al grito de “¡Muerte a Israel!, ¡Muerte a Estados Unidos!”. Vestidos con uniforme militar y con el rostro cubierto, son formados “en técnicas muy punteras”, asegura uno de sus formadores, Abu Ahmed.
“No solo tenemos túneles, también hemos invertido en capital humano”, declaró Abu al-Baraa. “Con las ideas y las técnicas de la guerra, es el humano el que liberará esta tierra”.