Gaza (AFP).
La tregua de 72 horas vigente desde medianoche entre Israel y el movimiento islamista Hamás en Gaza se mantenía el lunes por la mañana, con la expectativa de que las negociaciones indirectas en El Cairo, Egipto, conduzcan a un alto el fuego duradero.
Diez horas después del inicio de la tregua, el cielo de Gaza permanecía en calma, sin que ninguna de las partes diera cuenta de violaciones del acuerdo.
La vida resurgía en el enclave palestino de 362 kilómetros cuadrados y 1,8 millones de habitantes, confrontado desde el 8 de julio a una ofensiva israelí que ha dejado más de 2.000 muertos, en su mayoría civiles.
Los comercios empezaron a abrir sus puertas en Ciudad de Gaza (norte de la Franja) y varias personas hacían sus compras desde el amanecer.
El respiro, después de otra tregua de 72 horas observada la semana pasada, permitía alentar expectativas sobre las negociaciones indirectas en El Cairo.
Los mediadores egipcios instaron a ambas a aprovechar la tregua, cuyos términos se desconocen, para alcanzar "un alto el fuego global y permanente".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestó su fuerte deseo de que este acuerdo otorgue a ambas partes, bajo el auspicio de Egipto, una nueva posibilidad de acordar un cese al fuego duradero en beneficio de las poblaciones civiles, indicó su portavoz.
El ministro israelí encargado de los servicios de inteligencia, Yuval Steinitz, afirmó no obstante que había que ser "muy prudente" antes de saber si la tregua durará.
"Ahora tenemos que traducir nuestra victoria militar en una victoria política, lo que quiere decir, en primer lugar, que Hamás no debe llevarse un rédito político y ser recompensado por todas las violencias", afirmó Steinitz, próximo al primer ministro conservador Benjamin Netanyahu.
La delegación israelí regresó este lunes a El Cairo para una nueva ronda de negociaciones indirectas con los palestinos, anunciaron responsables egipcios y el ministerio de Defensa israelí. El equipo se había marchado el viernes, después de que Hamás rechazara ampliar la anterior tregua.
La delegación palestina, formada por el Fatah del presidente palestino Mahmud Abas, así como por Hamás (que controla Gaza) y sus aliados de la Yihad Islámica, se encontraba ya en la capital egipcia negociando con los mediadores, que transmitirían sus exigencias a los israelíes, explicó un representante palestino.
Las posiciones israelí y palestina parecían prácticamente irreconciliables en los últimos días. Pero el domingo, ambas partes alcanzaron un "consenso simultáneo", anunció un responsable palestino, entretanto que un responsable israelí confirmó que su país había "aceptado la propuesta egipcia de alto el fuego".
"La tregua es uno de los medios o de las tácticas destinadas a hacer que las negociaciones den resultado o a enviar ayuda humanitaria", afirmó el jefe de Hamás, Jaled Meshaal.
Las hostilidades se reanudaron al expirar la anterior tregua, aunque sin alcanzar la intensidad de los días anteriores.
Israel acusó a Hamás de haber roto la tregua con el lanzamiento de cohetes, y señaló que había replicado con más de 170 ataques desde el viernes. El movimiento palestino culpó a Israel por no aceptar sus exigencias fundamentales.
La operación "Barrera Protectora", lanzada el 8 de julio por Israel para detener los disparos de cohetes y destruir la red de túneles de los islamistas, dejó 1.930 palestinos muertos, según los socorristas.
Según la ONU, casi tres cuartos eran civiles, y Unicef indicó que al menos 447 niños y adolescentes figuran entre los muertos.
De lado israelí, 64 soldados y tres civiles murieron desde el 8 de julio.
La guerra también tuvo repercusiones en Cisjordania (gobernada por la Autoridad palestina de Abas), escenario de manifestaciones y enfrentamientos con el ejército israelí, que se saldaron con una quincena de muertos palestinos.