Washington
El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, acusó este miércoles a elementos de derecha del gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu de llevar a Israel hacia una "ocupación perpetua" de tierras palestinas y a la consolidación de un solo Estado.
También dijo que los asentamientos en territorios palestinos amenazan el futuro democrático de ese país y la paz en la región, en un discurso que Tel Aviv denunció como sesgado en su contra.
Menos de cuatro semanas antes de que el presidente Barack Obama deje la Casa Blanca, su jefe de la diplomacia acusó a elementos de derecha del gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu
El impacto que pueda ahora tener Kerry en el proceso de paz es incierto debido a la aparente nueva dirección que tomará el histórico conflicto, cuando asuma el cargo, el 20 de enero, el próximo presidente Donald Trump, quien urgió a Israel a mantenerse fuerte ante la presión internacional.
Pero su detallado y a ratos enojado discurso reiteró los parámetros de una solución --dos Estados basados en las fronteras anteriores a 1967 con una capital compartida en Jerusalén-- que espera sobreviva a Obama.
Netanyahu respondió acusando a Kerry de estar "sesgado" a favor de la causa palestina y "más preocupado por las colonias que por el terrorismo" en un Oriente Medio que "se inflama".
"Durante más de una hora, Kerry abordó obsesivamente el tema de las colonias y apenas tocó la raíz del conflicto, la oposición palestina a un Estado judío en cualquier tipo de fronteras", indicó un comunicado de la oficina del jefe de Gobierno.
"La solución de dos Estados es la única vía para lograr una paz justa y duradera entre israelíes y palestinos", recalcó Kerry.
Pero "si la opción es un solo Estado, Israel puede ser judío o democrático --no puede ser ambos--, y nunca podrá estar realmente en paz", apuntó el diplomático.
Tensión bilateral. En el trasfondo de la alocución está la tensión entre Estados Unidos e Israel, encendida la semana pasada cuando diplomáticos estadounidenses decidieron no vetar una resolución del Consejo de Seguridad crítica a Israel y optaron por abstenerse.
La resolución, apoyada de manera unánime por el resto de los 15 países del Consejo, en efecto declaró ilegales los asentamientos israelíes en áreas en el este de Jerusalén y Cisjordania más allá de sus fronteras de 1967.
Kerry puntualizó que Estados Unidos dejó pasar la resolución como advertencia de que los asentamientos amenazan la paz, no para prejuzgar la composición final de los territorios.
Pero, dando la bienvenida al discurso, el presidente palestino, Mahmud Abás, dejó clara su visión de la resolución, UNSC 2334, como pieza del derecho internacional para futuras negociaciones.
En un comunicado, Abas afirmó que los palestinos están listos para retomar las negociaciones "en el minuto que el Gobierno israelí acepte cesar todas sus actividades de colonización (...) sobre la base del derecho internacional (...) incluyendo la resolución UNSC 2334".
Netanyahu reaccionó furioso a la resolución y acusó a Obama y Kerry de orquestar la votación en las Naciones Unidas.
Trump, quien designó a un futuro embajador en Israel que abiertamente apoya los asentamientos, también estaba molesto y aseveró que el Estado hebreo es tratado con "desdén y desprecio" por la administración de Barack Obama.
"Mantente fuerte, Israel. El 20 de enero se aproxima rápidamente", escribió en su cuenta de Twitter, poco antes de recibir, en la misma red social, el agradecimiento de Netanyahu por su "apoyo sin reservas a Israel".
En anticipo al discurso de Kerry, Netanyahu había pedido aplazar el examen de nuevos permisos de construcción en Jerusalén Este, pero un comité israelí aprobó la construcción de un edificio de cuatro plantas para colonos en el centro del barrio palestino de Silwan de Jerusalén Este, informó una ONG local.
Kerry advirtió de que los colonos están decidiendo la política de Israel y poniendo en riesgo la paz: "Creen en un solo Estado, un Israel más grande".
La solución de dos Estados está en "grave peligro", señaló.
La decisión de no vetar la resolución ya había causado confusión y molestia entre muchos aliados de Israel en Washington, incluyendo legisladores de ambos partidos y cabilderos proisraelíes, y el discurso de Kerry solo atizó más las llamas, con algunos observadores cuestionándolo de inoportuno.
"Un discurso de esta gravedad debió haberse hecho antes y no después de ese movimiento tan permanente como la resolución del Consejo de Seguridad", dijo a la AFP Jonathan Shanzer, experto del centro de análisis Foundation for Defense of Democracies.
Ilan Goldenberg, del Center for a New American Security, fue más benévolo con la intención de Kerry, pero también apuntó: "Hubiese sido mejor hace dos años".