OPAQ
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas ha estado bajo los reflectores en las últimas semanas porque se le pidió que supervise la destrucción del arsenal químico de Siria, su trabajo se remonta a la década de 1990 cuando se le encomendó poner en operación la Convención sobre Armas Químicas.
Tratados y miembros
La Convención prohíbe el desarrollo, producción, adquisición, almacenamiento, retención, transferencia o uso de armas químicas. Entró en operación en 1997 y la han ratificado 189 estados.
Acciones
La OPAQ ha llevado a cabo más de 5.000 inspecciones en 86 países. Sostiene que el 100% de las existencias de armas químicas declaradas han sido inventariadas y verificadas. De acuerdo con sus estadísticas, se ha verificado la destrucción de 57.740 toneladas métricas, equivalentes a 81,1% del arsenal de armas químicas declarado en el mundo. Albania, India y un tercer país, que se cree es Corea del Sur, han completado la destrucción de sus arsenales declarados.
Dirección
La OPAQ es financiada por sus estados miembros y en 2011 tuvo un presupuesto anual de unos $100 millones de dólares. Emplea a unas 500 personas en La Haya y su director general es el diplomático turco Ahmet Uzumcu.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ganó hoy viernes el Premio Nobel de la Paz 2013, por sus “ amplios esfuerzos para eliminar ” estos arsenales, informó el Comité Nobel de Noruega, y como impulso a su papel en el conflicto de Siria.
"Los sucesos recientes en Siria, donde han vuelto a ser usadas armas químicas ha puesto de nuevo de manifiesto la necesidad de incrementar los esfuerzos para eliminarlas" , explicó Thorbjørn Jagland, secretario del Comité Nobel.
En el fallo se recuerda que todavía hay países que no han firmado la Convención contra las Armas Químicas y que otros, como EE. UU. y Rusia, no han cumplido los plazos para eliminar sus arsenales.
El Nobel de la Paz es el único que se anuncia y entrega fuera de Estocolmo, por decisión del creador de los premios, el magnate sueco Alfred Nobel, ya que en su época Noruega formaba parte del Reino de Suecia.
Con sede en La Haya (Holanda), la OPAQ es la entidad encargada de aplicar la Convención contra las Armas Químicas que entró en vigor en 1997 y que ha sido suscrita por 189 Estados decididos a conseguir un mundo libre de este tipo de arsenales.
La decisión a favor de la OPAQ sorprendió a los medios, ya que en la recta final hacia el anuncio del galardón se había perfilado como clara favorita la joven paquistaní Malala Yusufzai, la adolescente de 16 años tiroteada el año pasado por los talibanes por defender la educación femenina en su país.
La televisión pública noruega NRK informó sin embargo esta mañana de que el Comité Nobel había decidido que no fuera Malala, por su corta edad, sus escasos logros y la posibilidad de que el premio la convierta en un objetivo terrorista.
La OPAQ sigue en la nómina de los Nobel de la Paz a la Unión Europea (UE) , ganadora en 2012 del premio internacional más codiciado del mundo por sus logros para el avance de la paz y la reconciliación en Europa, así como el establecimiento de la democracia y los derechos humanos en el viejo continente.
La ronda de los prestigiosos premios entró ayer en su fase más mediática, con el anuncio del correspondiente a Literatura, que fue para la canadiense Alice Munro, como “ maestra del relato corto contemporáneo ” .
En los días precedentes se dieron a conocer los correspondientes al ámbito científico, ronda que abrió el lunes el de Medicina, que fue compartido por los científicos estadounidenses James E. Rothman y Randy W. Schekman y al alemán Thomas C. Südhof.
El martes se anunció el de Física, que se repartió entre el físico belga François Englert y el británico Peter Higgs por haber postulado la existencia de la partícula subatómica conocida como bosón de Higgs.
Técnicos de la OPAQ se encuentran en estos momentos en territorio sirio para proceder a la destrucción de las armas químicas en poder del régimen de Bachar al Asad, quien ha anunciado que su país firmará la Convención contra las Armas Químicas el próximo lunes 14 de octubre.
Si da ese paso, Sudán del Sur, Angola, Egipto y Corea del Norte estarán fuera de la citada Convención, aunque Israel y Myanmar la firmaron en 1993 y todavía no la han ratificado.
La OPAQ es la organización encargada de aplicar la Convención contra las Armas Químicas que entró en vigor en 1997 y sus principales tareas son la eliminación de los arsenales, la supervisión de este trabajo y la asistencia y el asesoramiento a los Estados miembros.
Bajo esa Convención, siete países declararon poseer armas químicas -Albania, Estados Unidos, Rusia, India, Irak, Libia y un Estado que la OPAQ no identifica- y se comprometieron a destruir 71.196 toneladas métricas de agentes químicos considerados extremadamente tóxicos, desde municiones a contenedores.
Según las cifras de la organización, Albania, la India y el Estado parte no identificado ya han destruido totalmente sus arsenales declarados.
En total se ha verificado la destrucción de 58.172 toneladas de agentes químicos, el 81,71 % del arsenal declarado en el mundo.
La organización ha verificado la destrucción de 4,97 millones de municiones y contenedores químicos, el 57,32 % de los 8,67 millones declarados.
Desde 1997, la OPAQ ha realizado un total de 5.286 inspecciones en 86 países miembros y ha visitado en 2.731 ocasiones los 228 polígonos declarados, con lo que están inventariadas todas las armas que los Estados miembros han dicho poseer.
Según la organización, todas las instalaciones declaradas de producción de armas químicas han sido desactivadas.
En la sede de la OPAQ en La Haya trabajan cerca de 500 personas, 200 de las cuales son inspectores.
Desde 2010 está dirigida por el diplomático turco Ahmet Üzümcü, quien esta misma semana reclamó un alto el fuego temporal en Siria para facilitar el trabajo de sus inspectores en el país árabe.
El pasado domingo funcionarios sirios bajo supervisión de los técnicos de la OPAQ y de la ONU comenzaron a destruir armas químicas de categoría 3 y a inutilizar un abanico de piezas con el objetivo de desmantelar todas las instalaciones de producción y equipos de mezcla y relleno hasta el 1 de noviembre.
Según los cálculos de Naciones Unidas, Siria tiene alrededor de 1.000 toneladas de armas químicas.