Ginebra y Beirut
La batalla de Alepo en Siria es uno de los peores conflictos urbanos jamás acaecidos y la poblción está experimentando un "inmenso" sufrimiento, aseguró este lunes el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
"Este es, sin lugar a dudas, uno de los conflictos urbanos más devastadores de la edad moderna", afirmó Peter Maurer en un comunicado, lamentando el "inmenso" sufrimiento humano en esa ciudad, la segunda de Siria y otrora capital económica.
Alepo, dividida desde el 2012 entre los rebeldes y el régimen, ha vivido una escalada de violencia en las últimas semanas, con cientos de personas muertas o heridas en los combates y los bombardeos, y miles atrapadas sin acceso a ayuda, comida o medicamentos, señaló Maurer.
"Nadie está a salvo en ningún sitio. Los disparos de artillería son constantes, con casas, escuelas y hospitales en la línea de fuego. La gente vive en un estado de temor", aseguró el presidente del CICR.
Los combates por hacerse con la totalidad de la ciudad se han intensificado después de que el régimen se hizo con el control de la última ruta de abastecimiento de las áreas rebeldes a mediados de julio.
En Alepo aún quedan 1,5 millones de habitantes, 250.000 de los cuales viven en las zonas rebeldes.
Riesgo y drama para la gente. "Más allá de la amenaza directa que suponen los combates, la falta de servicios esenciales como agua y electricidad plantea un riesgo inmediato y dramático para más de dos millones de personas, que tienen grandes dificultades para acceder a servicios médicos básicos", añadió Maurer.
El CICR afirmó que la Luna Roja siria ha comenzado a llevar a la ciudad agua potable como medida de emergencia.
"El costo humano de los combates en Alepo simplemente es demasiado alto", señaló. "Urgimos a todas las partes a detener la destrucción y los ataques indiscriminados, a dejar de matar".
Naciones Unidas también han insistido repetidamente en la necesidad de una tregua de 48 horas para llevar a Alepo la ayuda necesaria para la supervivencia de su población.
Combates sin pausa. Esos señalamientos tuvieron lugar el mismo cuando las fuerzas del gobierno sirio rechazaron el lunes una nueva ofensiva rebelde al suroeste de la ciudad de Alepo y obligaron a las fuerzas de oposición a abandonar posiciones capturadas el día anterior, informaron el régimen y activistas.
El intento de tomar nuevos terrenos fue encabezado por una coalición de grupos rebeldes y milicias, incluida la filial de al-Qaeda, llamada ahora Fath al-Sham. Este grupo, conocido antes como el Frente al-Nusra, dijo que rompía relaciones con la red terrorista global, aparentemente con la intención de evadir las incursiones aéreas rusas y estadounidenses.
El ataque rebelde, que comenzó el sábado, apuntó a posiciones del Ejército en una fábrica de cemento al suroeste de Alepo. Fath al-Sham publicó videos que decía mostraban a los milicianos atacando las posiciones del gobierno con fuego de artillería y tanques.
Pero activistas de oposición y páginas web de las milicias informaron el lunes de que los insurgentes y milicianos retrocedieron de todas las posiciones tomadas cerca de la fábrica de cemento tras un contrataque masivo del gobierno.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que al menos 35 rebeldes murieron en los combates.