La desesperación y destrucción que se ven en los campos de refugiados palestinos en la asediada capital de Siria dejaron “profundamente perturbado y conmovido” al jefe de la agencia de Naciones Unidas para atender a los desplazados.
Filippo Grandi, comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para la Asistencia a Refugiados Palestinos visitó el campamento de refugiados de Yarmouk, que ha sufrido una devastadora escasez de medicinas y alimentos debido a la guerra civil que aqueja a Siria.
Grandi dijo que los refugiados palestinos con los que habló en Yarmouk el lunes estaban “traumatizados por lo que han visto”. Muchos requieren de comida y tratamiento inmediatamente.
Más de 100 personas han muerto en Yarmouk desde mediados de 2013 a causa de enfermedades exacerbadas por la pobreza, informó la ONU.