Saná EFE, AFP Los bandos rivales de Yemen luchan, calle por calle, para tomar el control de la estratégica ciudad de Adén, epicentro de un intenso conflicto que dificulta la posibilidad del envío de ayuda humanitaria para sus víctimas.
Ahmed al-Asiri, el portavoz de la coalición árabe, liderada por Arabia Saudí y que está atacando posiciones de los rebeldes chiitas hutíes desde el 26 de marzo, dijo, en Riad, que el objetivo principal de las fuerzas es implantar la seguridad en Adén.
Como parte de este objetivo, dijo al-Asiri, la coalición árabe está “atacando a toda fuerza que apoye a los hutíes”, entre las que incluyó a las partidarias del expresidente yemení Alí Abdalá Saleh , para evitar la llegada de refuerzos a Adén.
En ese sentido, milicianos tribales y otras fuerzas leales al actual mandatario del país, Abdo Rabu Mansur Hadi, avanzaron ayer desde varios puntos del país hacia Adén, con el objetivo de defenderla de los milicianos hutíes.
Fuentes tribales informaron de que los refuerzos llegaron desde las provincias de Abien y Shebua, al este de Adén, y desde Lahesh y Taiz, al norte.
Llegó avión. Mientras tanto, la situación humanitaria en Adén es “catastrófica” alertó el martes la Cruz Roja, que confirmó la llegada al país de un primer avión con personal médico.
La situación humana es crítica en Yemen, que importa 90% de los productos de alimentación”, dijo la portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja en Yemen, Marie Claire Feghali.
La Cruz Roja pidió una tregua inmediata para poder hacer llegar la ayuda y confirmó que el lunes un avión con personal médico había aterrizado en Saná.
También espera que otro avión aterrice hoy miércoles en Saná, con 16 toneladas de medicamentos embarcados en Jordania, y una segunda carga de 32 toneladas podría llegar el jueves.
Desde el 26 de marzo, cuando la coalición árabe que apoya al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi empezó a bombardear las posiciones rebeldes, al menos 540 personas han muerto y otras 1.700 resultaron heridas en combates, según un balance divulgado ayer por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por su parte, la Unicef dio cuenta de al menos 74 niños muertos y 44 heridos desde el 26 de marzo.
Las conexiones aéreas y marítimas están cortadas y las infraestructuras se han visto seriamente afectadas por los bombardeos y los combates, especialmente en el sur.
“La situación es catastrófica” en Adén, donde la guerra “está en cada esquina de la ciudad”, aseguró Feghali.
Los 800.000 habitantes de Adén están bloqueados por los combates. “Ni siquiera pueden huir”, dijo la portavoz.
“Los cadáveres quedan abandonados en las calles, nadie puede aventurarse para recuperarlos”, agregó. “La situación es peor en los hospitales”, deploró.
Según Marie-Elisabeth Ingres, jefa de la misión de Médicos Sin Fronteras (MSF), la situación empeora cada día.
El martes, las operaciones de evacuación continuaban: en Saná, tres aviones indios embarcaron a 604 personas, entre estas un centenar de yemeníes, para llevarlos a Yibuti, indicó un responsable del aeropuerto.
Ayuda. Arabia Saudí pidió a Pakistán que entre en la coalición y y, desde el lunes, el Parlamento discute sobre la eventualidad de sumarse a la coalición árabe.
Pakistán enfrenta un dilema, pues el país mantiene estrechos vínculos con Arabia Saudí, pero asegura que no quiere tomar partido en ningún conflicto que empeore las divisiones entre sunitas y chiitas. El conflicto también forma parte de la agenda en la visita del presidente turco, Recep Tayip Erdogan, a Irán.
Aunque entre las dos potencias existe una fuerte rivalidad por la influencia regional, el líder iraní, Hasán Ruhaní, aseguró que ambos países desean alentar una solución pacífica en Yemen. Irán es señalado de apoyar a los rebeldes chiitas.