Armas químicas
La ONU confirmó ayer que su equipo de inspectores abandonó ya Siria después de seis días investigando el resto de ‘denuncias creíbles’ sobre el uso de armas químicas en ese país desde que estalló el conflicto hace dos años y medio.
Nueva York. AFP y AP. En Siria “no hay guerra civil, sino una guerra contra el terrorismo”, dijo ayer el canciller Walid Mualem, quien acusó en la ONU a los países occidentales de proveer productos tóxicos a grupos de oposición del país y someter a su país a “sanciones inmorales e inhumanas”.
En un duro discurso ante la Asamblea General en Nueva York, reiteró que su país aplicará “de manera completa” sus compromisos de desarme químico .
“Las sanciones unilaterales, inhumanas e inmorales impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea tuvieron como resultado una degradación de las condiciones de vida de los sirios”, aseveró Mualem.
El canciller denunció también que terroristas “utilizaron gas tóxico” en Siria y que los recibieron “de países occidentales y de la región conocidos por todos”, en referencia implícita a las naciones del golfo Pérsico.
El Gobierno de Damasco utiliza el término “terroristas” para referirse a los opositores armados que combaten en el país, inmerso en una guerra civil desde hace 30 meses, que ha costado la vida de más de 110.000 personas.
Solo terrorismo. Para el ministro de Relaciones Exteriores, distinguir entre opositores moderados y extremistas es “una mala broma”. “El terrorismo es el terrorismo. No se puede clasificar en terrorismo moderado y terrorismo extremista. No hay guerra civil en Siria, sino una guerra contra el terrorismo”, sostuvo.
Mualem dijo que es obvio que los seguidores de al-Qaeda – “la organización terrorista más peligrosa del mundo”– combaten en la guerra civil de Siria. Pero algunos países se niegan a admitirlo, agregó.
“Las escenas de asesinatos, matanzas y de ingesta de corazones humanos aparecieron en las pantallas de televisión, pero no afectaron las conciencias ciegas”, añadió el jefe de la diplomacia.
A medida que los insurgentes ganan terreno y multitud de milicianos, yihadistas y delincuentes se unen a la lucha contra al-Asad, las informaciones de graves violaciones a los derechos humanos cometidas por elementos armados de la oposición han aumentado.
Las ejecuciones sumarias cometidas por las fuerzas rebeldes han colocado a Occidente en una difícil posición, en su intento de armar, entrenar y ayudar a los insurgentes.
El canciller defendió una “solución política” con el respeto del “derecho exclusivo del pueblo sirio de elegir a sus dirigentes” y sin “injerencia externa en sus asuntos internos”.
“Elecciones libres y equitativas son la única solución para que el pueblo sirio elija su futuro, lejos de las presiones del terrorismo y los dictados desde el exterior”, declaró Mualem.