Alepo
Los crecientes bombardeos del régimen sirio contra bastiones rebeldes, que dejaron más de medio centenar de muertos en las últimas 48 horas, evidenciaron la agonía de la tregua en Siria, en un momento de estancamiento del diálogo de paz.
Para el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahmane, la tregua que entró en vigor el pasado 27 de febrero, impulsada por Rusia y Estados Unidos, "ya no existe" tras las numerosas violaciones del alto el fuego cometidas por ambos bandos.
Ese alto el fuego era visto inicialmente como un primer paso hacia una eventual resolución del conflicto que ha dejado en cinco años 270.000 muertos.
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Tras semanas de calma que habían permitido a los habitantes recobrar el aliento, el viernes 25 civiles murieron y 40 resultaron heridos por los ataques del régimen en Alepo.
El sábado, las fuerzas gubernamentales bombardearon los barrios rebeldes del este de la ciudad de Alepo, ciudad dividida entre los rebeldes y las fuerzas progubernamentales desde julio de 2012, dejando 27 civiles muertos.
"El alto el fuego terminó cuando la primera bomba cayó sobre la ciudad. Actualmente, hay veinte bombardeos diarios sobre Alepo, porque el régimen no entiende el lenguaje de las negociaciones políticas, solo conoce el de los bombardeos, los muertos y la destrucción", declaró a la AFP Mohamad Mashahadi, miembro de los equipos de socorro de 42 años.
También el sábado, en el noreste de Damasco, 13 civiles murieron en ataques aéreos de las fuerzas gubernamentales contra Duma, bastión del grupo rebelde Jaish al Islam, incluido en la firma del cese de hostilidades, según el Observatorio, el peor balance desde la instauración de la tregua, según el OSDH.
Y en la provincia central de Homs, dos civiles perecieron en bombardeos contra la localidad rebelde de Talbisé, añadió la ONG, que cuenta con una vasta red de informantes en todo el territorio.
"La tregua no existe, se ha terminado", dijo a la AFP Abdel Rahmane. "Hay bombardeos y combates en todo el país, de Alepo a Damasco".
El director del OSDH mencionó asimismo "combates feroces en Guta Oriental, cerca de Damasco, entre rebeldes y fuerzas prorrégimen".
Abdel Rahmane afirmó que había dejado de contar las violaciones del alto el fuego como hacía la primera semana de tregua, porque "ahora es de nuevo la guerra".
"La mayor parte de regiones donde la tregua era respetada son de nuevo escenario de combates", lamentó.
En los últimos días, el presidente estadounidense Barack Obama se mostró "preocupado" por que la tregua se desvaneciese, mientras que la ONU afirmó que el cese de las hostilidades estaba en "gran peligro".
En Ginebra, las negociaciones para poner término al conflicto se encuentran en un momento de estancamiento.
La segunda ronda de diálogo que comenzó el 13 de abril debería continuar hasta el miércoles, pero no se esperan grandes avances porque la principal fuerza de oposición, el Alto Comité de Negociaciones (HCN) suspendió el lunes pasado su participación "formal" ante el deterioro de las condiciones en Siria.
En Ginebra solo queda el equipo negociador del régimen, otros grupos de oposición y un equipo "técnico" del HCN.
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A pesar de esta situación, el emisario de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, aseguró que las negociaciones proseguían "en todos los planos, formal, informal y técnico, en la ONU o en hoteles".
"El rechazo repetido por parte del régimen de discutir una transición política que excluya al presidente (Bashar) al-Asad y la insistencia de la oposición en pedir su salida han conducido a un estancamiento diplomático que hace inevitable el resurgimiento de la violencia", según el grupo de evaluación de riesgos Soufan.
En esta guerra donde combaten todos los componentes de la sociedad sirias, los responsables gubernamentales kurdos sirios debían reunirse el sábado con representantes gubernamentales para terminar con los combates que han asolado la ciudad de Qamichli, en el noreste del país.