Faluya, Irak. AFP. Naciones Unidas advirtió este miércoles de que 20.000 niños se exponen a ser reclutados por el grupo Estado Islámico (EI) en la ciudad de Faluya, donde las tropas iraquíes se han topado con la férrea resistencia de cientos de yihadistas .
En la vecina Siria, más de 40 civiles murieron en bombardeos aéreos del régimen, de la aviación rusa y de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, mientras que las fuerzas kurdas combatían al EI en dos frentes.
Al décimo día de su ofensiva, las fuerzas iraquíes, respaldados por la aviación estadounidense, y con el apoyo de milicias chiitas y miembros de tribus, intentaban avanzar hacia el centro de Faluya, tras haber conseguido entrar, el lunes, en este bastión yihadista, 50 kilómetros al oeste de Bagdad.
Los mandos iraquíes afirmaron haber matado a decenas de yihadistas desde el inicio de la ofensiva, el 23 de mayo.
Hasta el momento, no hay ningún balance sobre las víctima civiles, pero se calcula que unas 50.000 personas no combatientes están bloqueadas en el centro de Faluya.
Entre ellas, al menos 20.000 niños “corren el riesgo de un reclutamiento forzado para los combates”, manifestó el representante en Irak del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) , Peter Hawkins.
“Los niños reclutados se ven obligados a portar armas para combatir en una guerra de adultos”, agregó.
Ardua lucha. En lo que a la guerra respecta, el general Abdelwahab al-Sadi, comandante de la operación militar, expresó: “Nuestras fuerzas intentan entrar en el centro de la ciudad, pero hay una fuerte resistencia”.
El Pentágono reconoció, por su parte, que la ofensiva era “dura” y que el Estado Islámico “tiene intención de pelear”.
El EI, sometido a un asedio en Faluya, está condenado a luchar, a diferencia de batallas anteriores donde los yihadistas salían de las ciudades antes del avance de las fuerzas armadas.
Asentados en esta ciudad de la provincia de al-Anbar desde enero del 2014, los yihadistas han fortalecido su defensa .
“Cada vez que nuestras fuerzas intentan avanzar, tienen que enfrentarse a sistemas de defensa posicionados por El”, informó un coronel de la Policía.
El primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, dirigiéndose a los mandos de la operación, explicó: “Habría sido posible finalizar la ofensiva rápido, si la protección de los civiles no fuese uno de los fundamentos de nuestro plan”.
Por su lado, el jefe del Parlamento, Salim al-Juburi, se reunió con responsables de la provincia de al-Anbar y con jefes de las tribus locales para hablar de “los medios de aportar ayuda a las familias bloqueadas y de abrir corredores seguros” para que puedan huir.
La ONU acusó al EI de utilizar a los civiles como escudos humanos.
Los miles de habitantes que pudieron huir de Faluya o su periferia hablan de falta de agua potable, comida y medicamentos. Desde setiembre del 2015, la ciudad no ha recibido ninguna ayuda.
El grupo yihadista aprovechó la guerra civil en Siria y la inestabilidad en Irak para implantarse.