Escuintla, Guatemala. ap y afp. Los bomberos informaron de que 23 personas murieron y al menos 51 resultaron heridas la madrugada de ayer en el accidente que sufrió un autobús en una carretera que une la ciudad de Guatemala con el sur del país.
La Policía dijo que el bus tuvo problemas de frenos y trató de meterse a una de las rampas de desaceleración que hay en la autopista.
El autobús no se detuvo en la fosa de arena y grava destinada para emergencias, saltó la barrera que hay al final de la rampa, voló unos 25 metros y partió un árbol antes de caer al barranco.
Todos los ocupantes del autobús eran miembros de una iglesia evangélica del municipio del Puerto de San José que regresaban de participar en una actividad religiosa en un populoso suburbio de la ciudad capital.
La versión policial indica que la actividad concluyó a las 11 p. m., por lo que presumen que el accidente fue a la medianoche, pero las autoridades se percataron del hecho hasta la madrugada de ayer.
Los bomberos fueron alertados por una adolescente que viajaba en el autobús, quien les llamó desde su teléfono celular.
"Quedó, con las piernas rotas, debajo de todos los cadáveres y nos llamó para avisarnos (...) tiene 15 años y solo sé que se llama Noelia", dijo el bombero Giovanni Méndez.
Las autoridades creen que el accidente pudo haberse dado debido al sobrepeso del autobús y a la poca experiencia del conductor, un joven de 21 años, que resultó gravemente herido.
La ley de tránsito de Guatemala dicta que para manejar un automotor colectivo o de carga pesada se necesita de una licencia tipo A (profesional), la cual solo se puede extender a personas mayores de 25 años y con un mínimo de ocho años de experiencia.