Marigot
Las islas caribeñas de San Martín y San Bartolomé, devastadas por el paso de Irma, respiraban aliviadas este domingo, después de que el huracán José pasara más lejos de lo previsto.
Al contrario de lo que se preveía, el núcleo del huracán José, de categoría cuatro, pasó a unos 135 km de la isla francesa de San Bartolomé y a 125 km de la franco-holandesa San Martín.
"El hecho de que haya pasado mucho más lejos de lo que se preveía, hace que los efectos en el territorio sean mucho menos marcados", anunció el servicio de meteorología francés Météo France.
"¡Es un gran alivio! Estamos muy felices, muy contentos", aseguró Junior Joseph, de 28 años, confinado el sábado en una escuela de San Martín. A su lado, Donald Tchuisseu, un treintañero, afirmó sentirse "aliviado, casi feliz".
En la parte holandesa de la isla, el domingo se reanudaron las evacuaciones de turistas. El rey Guillermo Alejandro viajará a la isla de Curaçao, para seguir las operaciones de rescate, y si es "posible" a San Martín.
La isla franco-holandesa, de 70.000 habitantes, está repleta de residuos, trozos de chapa, chatarra y vegetales, indicó un periodista de la AFP. Unos escombros que podrían haberse transformado en "proyectiles capaces de herir o matar" al paso de José, declaró al diario NRC el comandante de la marina holandesa, Peter Jan de Vin.
El paso de dos huracanes "tan potentes" al mismo tiempo por el Atlántico no tiene "precedentes conocidos", declaró el meteorólogo de Météo France Frédéric Nathan.
Levantarse tras los escombros
Las dos islas tienen ahora que hacer frente a numerosos problemas, empezando por la falta de agua, alimentos y electricidad. El hospital también resultó muy dañado.
El agua y la comida deben "ser distribuidos a la población en condiciones de acceso difíciles", declaró el primer ministro francés, Edouard Philippe, el sábado por la noche.
Militares franceses y holandeses patrullaban por las calles, aunque varios testigos informaron que algunas tiendas habían sido desvalijadas. En la parte francesa, 11 personas fueron arrestadas por saqueos, según los gendarmes.
Del lado francés hay actualmente 410 gendarmes y 80 policías patrullando, según el ministerio de Interior.
El presidente Emmanuel Macron anunció sin embargo que los efectivos militares y policiales serían "doblados" para "reforzar rápidamente la seguridad de las personas siniestradas".
Según el ministerio francés del Interior se enviaron más de 1.100 personas de refuerzo para las dos islas, incluyendo 300 bomberos, una treintena de miembros del personal médico y decenas de ingenieros.
"El ambiente es siniestro. La gente circula armada", dijo el comandante Jan de Vin.
Según Dick Algra, un holandés de 61 años, él y unos cincuenta turistas se atrincheraron en un su hotel para protegerse. "Grupos de varios individuos, a veces familias enteras, recorren las calles con cuchillos y armas de fuego", aseguró al diario Telegraaf.
Poco antes, el devastador Irma había dejado a su paso al menos diez muertos y siete desaparecidos en San Bartolomé y en la parte francesa de San Martín.
Con una intensidad que oscila entre las categorías 4 y 5, el huracán dejó Cuba en las primeras horas del domingo. Allí más de 10.000 turistas extranjeros y miles de turistas nacionales fueron trasladados a lugares seguros.
En Florida, donde se espera que Irma llegue el domingo a través del archipiélago de los Cayos con vientos de al menos 250 km/h, las autoridades ordenaron la evacuación de 6,3 millones de personas.