Washington
El presidente Donald Trump motivó vivas reacciones este sábado, tras el decreto para suspender la llegada de refugiados a Estados Unidos e imponer nuevas trabas a viajeros procedentes de siete países musulmanes, entre ellos Siria.
Cumpliendo otra promesa electoral, Trump anunció el viernes, durante la investidura de James Mattis como secretario de Defensa en el Pentágono, un mecanismo de "chequeo extremo" para "mantener a los terroristas islámicos radicales fuera de Estados Unidos".
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La medida suspende el programa estadounidense de acogida de refugiados durante al menos 120 días, mientras se concreta el futuro sistema de verificación de visas.
Los nuevos protocolos deben "garantizar que los aprobados como refugiados no supondrán una amenaza a la seguridad o bienestar de Estados Unidos".
Además, prohíbe específicamente la llegada de refugiados sirios de forma indefinida o hasta que el mandatario decida que no son un peligro para el país.
Mientras tanto, las autoridades no concederán visas durante 90 días a migrantes o visitantes procedentes de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.
Durante la renovación del sistema de visas se harán algunas excepciones a personas pertenecientes a "minorías religiosas", que favorecerán principalmente a los cristianos.
En el año fiscal 2016 (que va del 1.° de octubre de 2015 al 30 de setiembre de 2016) el país admitió a 84.994 refugiados de diversas nacionalidades, incluyendo unos 10.000 sirios. Para este año, el gobierno de Trump no quiere "más de 50.000 refugiados".
En una declaración conjunta este sábado desde Ginebra, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) instaron a Estados Unidos a continuar con su tradición de acoger refugiados.
"La OIM y ACNUR esperan que Estados Unidos siga desempeñando su papel importante de líder y prosiga con su larga tradición de protección de los que huyen de los conflictos y de las persecuciones", señala la declaración.
"Estamos profundamente convencidos de que los refugiados deben recibir un trato equitativo y oportunidades de reasentamiento, independientemente de su religión, nacionalidad o raza", insistieron.
Por su parte, los ministros de Relaciones Exteriores de Francia y Alemania se dijeron "preocupados" por las decisiones de Trump, y destacaron que "acoger a refugiados que huyen de la guerra es parte de nuestro deber".
"Contactaremos a nuestro colega (estadounidense) Rex Tillerson cuando sea nombrado para discutir punto por punto y tener una relación clara", dijo el jefe de la diplomacia gala, Jean-Marc Ayrault, tras una reunión con su par alemán, Sigmar Gabriel, en París.
Otros defensores de los derechos humanos y organizaciones de protección a los refugiados también condenaron la decisión de Trump.
La activista paquistaní Malala Yousafzai, ganadora del premio Nobel de la Paz y víctima de un atentado perpetrado por los talibanes en 2012, afirmó que la medida cierra puertas.
"Tengo el corazón destrozado porque hoy (viernes) el presidente Trump le ha cerrado las puertas a niños, madres y padres que huyen de la violencia y la guerra", manifestó en un comunicado.
El director ejecutivo de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), Anthony Romero, señaló que el "chequeo extremo es solo un eufemismo para discriminar a los musulmanes".
Ahmed Rehab, director en Chicago del grupo Consejo de Relaciones Islamo-Estadounidenses, dijo a la AFP que el decreto "afecta a gente apenas basado en su fe religiosa y origen nacional, y no por su carácter".
Su organización no descarta combatir el decreto mediante procesos ante la justicia.
Pero la noticia fue aplaudida por el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, un peso pesado del Partido Republicano, quien subrayó que "es tiempo de reevaluar y reforzar el proceso de verificación de visas".
Por su parte, el presidente iraní, Hasan Rohani, criticó a Trump, sin nombrarlo, al considerar que no son tiempos para "construir muros", después de que el presidente estadounidense firmara un decreto para iniciar la construcción de un muro en la frontera con México.
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"El mundo de hoy no es un mundo en el que se refuerzan las diferencias entre las naciones", dijo el presidente iraní en un discurso retransmitido por la televisión pública.
El presidente estadounidense también firmó un decreto el viernes para llevar a cabo una "gran reconstrucción" del aparato militar.
En virtud de este, el secretario Mattis tiene ahora un plazo de 30 días para hacer una revisión de la situación general de las Fuerzas Armadas y presentar a la Casa Blanca una lista de recomendaciones para mejorar esas condiciones.