Washington EFE La Policía de Cleveland (Ohio, EE. UU.) atribuyó la [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20141124_0004]]muerte de Tamir E. Rice, [[END:INLINEREF]]el niño negro de 12 años que falleció este fin de semana por disparos de la Policía, a la decisión “trágica” de un agente, que confundió una pistola de aire comprimido con una real.
El alcalde de la localidad, Frank Jackson, evitó trazar paralelismos con el caso del joven negro Michael Brown, que murió desarmado a manos del policía blanco Darren Wilson en agosto en Ferguson (Misuri).
“Quiero expresarle a la familia mis condolencias”, destacó el alcalde, quien dijo saber que “nada puede decirse para aliviar el sufrimiento y el dolor” de la familia de Rice, que murió el domingo tras recibir el día antes dos disparos, uno en el abdomen y el otro en el pecho.
El inspector adjunto de la Policía de Cleveland, Ed Tomba, explicó que una cinta de vigilancia grabó cómo dos agentes acudieron el sábado a un parque de Cleveland tras haber sido alertados por la llamada de un vecino que aseguraba que un joven estaba apuntando a los viandantes con un arma de fuego, aunque podía no ser verdadera.
Posiblemente falsa. La llamada al número de emergencias 911, hecha pública por una cadena local, recoge el testimonio del vecino: “Hay un chico con una pistola, posiblemente sea falsa, pero está apuntando a todo el mundo y metiendo miedo”. Sin embargo, los policías no recibieron esta información.
Según la Policía de Cleveland, los agentes llegaron al parque y pidieron al joven que levantara las manos, pero él se llevó las manos a la cintura y sacó el arma, lo que hizo que uno de los agentes le disparara dos veces.
“Los agentes a veces se ven obligados a tomar decisiones críticas en un segundo. Trágicamente esta fue una de esas veces”, destacó el jefe de Policía de Cleveland, Calvin D. Williams, que se unió a las condolencias del resto de autoridades.
Las balas impactaron en el abdomen y pecho del joven, que murió en la madrugada del domingo en el MetroHealth Medical Center tras ser operado sin éxito.
Tras lo sucedido, los agentes recuperaron el arma y comprobaron que se trataba de una réplica de aire comprimido de una pistola semiautomática.
Durante su intervención, el jefe de Policía se dirigió a los vecinos de Cleveland para hacerles entender que “la tragedia debe servir para ser conscientes del peligro de las armas, sean estas reales o falsas”.
“Las armas no son juguetes y necesitamos enseñar esto a nuestros niños, a nuestra comunidad. Las armas no son juguetes y no debemos dárselas a niños, lisa y llanamente”, subrayó Williams.
“Queremos hacer entender a nuestros niños, abuelos, tíos, madres y padres que somos parte de esta comunidad. Yo tengo sobrinos de la edad del joven fallecido. Estamos ahí fuera para protegerlos”, añadió.
El jefe del Departamento de Policía explicó que el video que grabó los hechos forma parte de la investigación y que ha sido mostrado al abogado de la familia, Tim Kucharski.
Kucharski descartó presuntas connotaciones raciales en este caso. “Esto no es un asunto de blancos o negros. Es de lo que está bien y lo que está mal”, destacó.
Sobre el video, Ed Tomba solo dijo que “es muy claro en cuanto a lo que sucedió”. La distancia entre el agente que disparó y el joven era de nueve metros.
El policía aseguró que en unos 90 días podría concluir la investigación que está llevando a cabo el equipo de Uso Mortal de la Fuerza del Departamento de Policía, cuyos resultados serán examinados por la oficina del fiscal del condado.
Será el fiscal el que decida entonces los cargos de los que se acusa a estos dos agentes, que se encuentran de baja administrativa.