Washington
El presidente Donald Trump despidió este martes al director de la Oficina Federal Investigaciones (FBI) de Estados Unidos, James Comey, quien estaba al frente de una investigación sobre los contactos entre el comité de campaña de Trump y autoridades rusas, por considerarlo incapaz "de conducir de forma eficiente" esa agencia.
Trump comunicó a Comey de su despido en una carta en la cual dejó claro que había recibido mensajes del fiscal general y del fiscal general adjunto recomendando su alejamiento del cargo.
"He aceptado las recomendaciones y por esa razón queda usted despedido y despojado del cargo, con efecto inmediato", le comunicó Trump a Comey en la carta, cuyo contenido fue divulgado por la Casa Blanca.
El presidente añadió en su misiva que coincidió con la evaluación de los altos funcionarios del Departamento de Justicia "de que usted no es capaz de conducir de forma eficiente el FBI".
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"Es esencial que encontremos un nuevo liderazgo para el FBI que restaure la confianza pública y en esta misión vital", añadió el mandatario.
En una nota de la Casa Blanca, Trump manifestó que "el FBI es una de las instituciones más valoradas y respetadas de nuestra nación y hoy marca un nuevo comienzo" para esa entidad.
Comey había sido nombrado director del FBI por el entonces presidente Barack Obama en el 2013, para un mandato de 10 años.
Sin embargo, Comey terminó envuelto en una espectacular polémica en el 2015 por el uso que Hillary Clinton había hecho de un servidor privado de correos electrónicos cuando era secretaria de Estado.
Esa polémica se extendió hasta la campaña electoral del año pasado, cuando Clinton se perfilaba como favorita para vencer. Pocas semanas antes de la elección, Comey anunció que se había reabierto la investigación sobre Clinton.
Hace dos semanas, Clinton alegó que ese anuncio de Comey había sido decisivo en la suerte de la campaña electoral en beneficio de Trump.
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La semana pasada, Comey volvió a referirse a los correos electrónicos de Clinton durante una audiencia ante una comisión especial del Senado, cuando llegó a admitir que sentía "náuseas" de pensar que pudo haber incidido en el resultado de la elección.
Sin embargo, este martes el FBI envió notificación a esa comisión del Senado rectificando una declaración de Comey sobre información reservada que habría circulado por correos electrónicos de una asesora próxima de Clinton, Huma Abedin.
El despido de Comey se conoció poco después que el Senado informó sobre ese mensaje de rectificación.
Mal manejo de caso. La Casa Blanca divulgó este martes un memorando elaborado por el fiscal general adjunto, Rod Rosenstein, en el el cual expuso a su superior, Jeff Sessions, que las marchas y contramarchas de Comey con relación al caso de los correos electrónicos se convirtieron en un problema para el FBI.
"No puedo defender la forma en que el director manejó la conclusión de la investigación sobre los correos de la secretaria Clinton, y no entiendo su negativa en aceptar el juicio casi universal de que él estaba equivocado", escribió Rosenstein.
Con esto "la reputación y la credibilidad del FBI sufrieron un daño sustancial y ha afectado a todo el Departamento de Justicia", añadió.
El despido de Comey generó reacciones inmediatas en Washington, ya que el director del FBI estaba desde julio del año pasado al frente de unas de las investigaciones sobre la alegada interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales y los eventuales contactos con el comité de campaña de Trump.
Desaprobación. Tom Pérez, presidente del Comité Nacional del Partido Demócrata, consideró que el despido de Comey es "un abuso vergonzoso de poder".
En tanto, el jefe del bloque demócrata en el Senado, Chuck Schumer, indicó en una conferencia de prensa que Trump se comunicó telefónicamente con él para informarle sobre el despido de Comey.
"Le dije al presidente: 'Señor presidente, con todo el debido respeto, usted está cometiendo un enorme error'", relató el senador.
Schumer y varios legisladores demócratas se unieron en un pedido por el nombramiento de un fiscal especial o una comisión ad hoc para investigar las denuncias de interferencia rusa en las elecciones y la eventual colusión con el comité de campaña de Trump.
Por su parte, el influyente senador republicano John McCain manifestó sentirse "decepcionado" por la decisión de Trump de despedir a Comey, y pidió un comité especial para investigar el papel de Rusia en las elecciones del año pasado.
"La decisión del presidente de despedir al director del FBI apenas confirma la necesidad y la urgencia de tal comisión", expresó McCain en una nota.
A su vez, el senador y exaspirante presidencial demócrata Bernie Sanders apuntó que "la decisión de despedir al director del FBI presenta interrogantes sobre lo que este gobierno está escondiendo".
"¿Por qué despedir a la persona que conduce una investigación sobre una posible colusión entre su campaña y el gobierno ruso?", se preguntó.