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Nueva York.
El demócrata Bernie Sanders y el republicano Ted Cruz derrotaron este fin de semana a los favoritos de sus respectivos partidos, Hillary Clinton y Donald Trump, respectivamente, en los comicios internos celebrados en Wyoming y Colorado.
Cruz, senador por Texas, se quedó con 34 delegados que estaban en juego en Colorado: 13 en una convención estatal celebrada el sábado y 21 en una serie de comicios en varios condados.
Se trata de la cuarta victoria consecutiva de Cruz ante el favorito Donald Trump, el magnate inmobiliario que puso la campaña patas arriba.
Colorado enviará 37 delegados a la Convención Nacional Republicana a celebrarse en julio, incluyendo tres delegados no comprometidos, que son los tres principales líderes partidarios en el estado.
"Utah, Dakota del Norte, Wisconsin y los increíbles resultados de Colorado prueban que los republicanos se están uniendo detrás de nuestra campaña porque queremos un líder que ofrezca soluciones reales, que traiga trabajo, libertad y seguridad", dijo Cruz.
Trump espera ganar en Nueva York el 19 de abril, por lo que este sábado realizó su primera visita al Memorial de los atentados del 11 de setiembre del 2001, aprovechando la ocasión para denostar a Cruz.
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Por su parte, Bernie Sanders logró una sorpresiva victoria sobre su rival partidaria, Hillary Clinton, en los caucus (asambleas) de Wyoming, extendiendo su racha ganadora en ocho de las últimas nueve contiendas dentro del Partido Demócrata.
Pese a que el senador por el estado de Vermont venció a Clinton por un 55,7% frente al 44,3%, ambos candidatos lograron siete delegados cada uno, debido a las normas partidarias que imperan en este estado de impronta republicana.
Eso significa que Sanders apenas afectó la ventaja de más de 200 delegados que ostenta Clinton.
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Sanders, quien se autocalifica de "socialista democrático", logra con esta victoria mantener el ritmo, a medida que se aproxima la crucial primaria de Nueva York, el 19 de abril.
Clinton, que fue senadora por ese estado, sigue siendo la clara favorita para obtener la candidatura presidencial para las elecciones de noviembre, pero Sanders tomó impulso luego de varias victorias en las últimas semanas.
"Creo que es muy justo decir que estábamos muy, muy por detrás durante la primera mitad de esta carrera, pero estamos teniendo una muy fuerte segunda mitad, y nos estamos acercando muy rápido", añadió el senador, de 74 años.
Nueva York, la mayor ciudad estadounidense y una de las más diversas, cuenta con una demografía que sirve de base de apoyo a Clinton entre los adinerados y las minorías.
