Los Ángeles (AFP).
Nueve inmigrantes sin papeles conocidos como dreamers, que fueron detenidos al intentar entrar a Estados Unidos desde México en desafío a las leyes migratorias, fueron liberados bajo palabra este miércoles luego de que se iniciara el proceso de asilo.
"Estamos listos para ir a casa y estamos listos para pelear hasta que caigan todas las paredes de todos los centros de detención", manifestó Lulú Martínez, una de las nueve "liberadas", en un video en vivo de la Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes (NIYA), que organizó la protesta.
Se conoce como dreamers a los jóvenes indocumentados que fueron traídos al país ilegalmente por sus familias cuando eran pequeños, que se criaron como estadounidenses y que, al crecer, descubrieron que no podían manejar un coche, tener una cuenta bancaria, viajar al exterior u obtener becas universitarias.
Vestidos con togas y birretes azules y negras, los nueve inmigrantes sin documentos fueron liberados del centro detención Eloy en el sur de Arizona, luego de intentar entrar a Estados Unidos en un puesto fronterizo de Nogales, Sonora, al norte de México.
Tres de ellos habían ido voluntariamente a Nogales días antes para unirse a otros cinco que habían sido deportados (o autodeportados) en años recientes.
Las cinco mujeres y cuatro hombres intentaron ingresar a Arizona el 22 de julio portando solicitudes de asilo, pero, como esperaban, estuvieron detenidos desde entonces.
Su objetivo era llamar la atención sobre la política de deportaciones del presidente Barack Obama y presionar a favor de una reforma migratoria.
El martes, el Departamento de Seguridad Interior concedió que existe un "temor creíble" de riesgo por su vida si los nueve dreamers eran forzados a volver a México, el país donde nacieron pero que no conocen.
El temor creíble es un primer paso para la obtención del asilo, dijo el miércoles a la AFP Christopher Bentley, portavoz de la agencia de migración y aduanas (ICE).
Los jóvenes "tendrán que comparecer ante un juez de migración que determinará si califican o no para el asilo", continuó, pero por el momento "han sido capaces de establecer ante un agente del ICE que existe una importante posibilidad de persecución o tortura si regresan a su país de origen".
El asilo es un beneficio muy raramente concedido a mexicanos, menos aún a inmigrantes que consideran Estados Unidos su hogar, como es el caso de los dreamers.