Decenas de personas se manifestaron este lunes por la noche en varias ciudades estadounidenses. Tal es el caso de Los Ángeles y Nueva York para protestar contra la decisión de un jurado de investigación de que no acusar a un agente de policía blanco por el asesinato de un joven negro de 18 años en Ferguson, Missouri.
Lideraron marchas, agitaron carteles y corearon "manos arriba, no disparen", el cántico que se ha convertido en grito de guerra en las protestas contra los asesinatos policiales en todo el país.
Las protestas más problemáticas tuvieron lugar en San Luis y Oakland, en California, donde sus asistentes inundaron carriles de autovías, parando el tráfico con las manos en alto.
Activistas protestaron, incluso, antes del anuncio de que el agente de policía Darren Wilson no sería acusado por el homicidio de Michael Brown.
El caso con connotaciones racistas en Ferguson ha inflamado pensiones y avivado los debates sobre las relaciones entre la policía y la comunidad en ciudades a cientos de kilómetros del suburbio de mayoría negra de San Luis.
Los departamentos de Policía de varias ciudades importantes se prepararon para grandes manifestaciones y para la posibilidad de que se repitiese la violencia que empañó las protestas nocturnas en Ferguson tras el asesinato del joven negro.
Los asistentes allí destrozaron coches de la Policía y edificios, se agarraron a barricadas y se burlaron de los agentes con insultos el lunes por la noche, mientras la policía les lanzaba botes de humo y gas lacrimógenos. Se escucharon disparos en las calles y los incendios de extendieron.
Pero la policía de otras zonas dijo que las concentraciones eran en su mayoría pacíficas tras anunciarse el veredicto del jurado de investigación.
A medida que avanzaba la noche, docenas de manifestantes en Oakland esquivaron a la policía y bloquearon el tránsito en la Interestatal 580. Agentes en coches y motocicletas pudieron acorralar a los participantes y despejar la carretera en una zona, pero otro grupo pronto volvió a saltar a los carriles a poca distancia de allí. No se informó de arrestos de inmediato.
Una multitud compuesta por cientos de manifestantes diversos marcharon y corearon cánticos en San Luis, no muy lejos del lugar donde se registró otro tiroteo policial, cortando la Interestatal 44 durante un tiempo.
En Seattle, los manifestantes paraban periódicamente para sentarse o tumbarse en el suelo en las intersecciones, bloqueando el tráfico antes de volver a avanzar, mientras docenas de policías vigilaban la escena.
Grupos con un tamaño que iba desde unas cuantas docenas a varios cientos de personas se concentraron en Chicago, Salt Lake City, y Washington, D.C., donde la gente sostenía carteles y cantaban " justicia para Michael Brown " fuera de la Casa Blanca.
"Mike Brown es un emblema (de un movimiento). Este país está en su punto de ebullición" , dijo Ethan Jury, un manifestante en Filadelfia, donde cientos de personas marcharon por el centro con un contingente policial siguiéndolos de cerca. " ¿Cuánta más gente tiene que morir? ¿Cuántas personas de raza negra tienen que morir?".
En Nueva York, la familia de Eric Garner, un hombre de Staten Island asesinado por la Policía a principio de año, se unieron al reverendo Al Sharpton en un discurso en Harlem lamentando la decisión del jurado de investigación. Más tarde, varios cientos de personas que se habían reunido en Union Square, en Manhattan, marcharon de forma pacífica hasta la emblemática Times Square.
En Los Ángeles, que en 1992 sufrió disturbios tras la absolución de los policías que aparecían en una cinta de video dando una golpiza a Rodney King, se pidió a los agentes que siguiesen de guardia hasta nueva orden de sus supervisores. Unas 100 personas se congregaron en el parque Leimert y algunos ellos dieron pequeñas conferencias de prensa demandando cambios en las políticas policiales.
Un grupo disidente de unas 30 personas se separó y marchó por las calles cercanas, bloqueando intersecciones, pero las protestas se mantuvieron tranquilas en su mayoría.