Washington
Sarah Palin, icono del movimiento ultraconservador Tea Party, volvió este miércoles a hacer campaña junto al aspirante presidencial republicano Donald Trump, un gesto que refuerza las perspectivas del magnate y debilita las de Ted Cruz, su rival más serio en las primarias que comenzarán en doce días.
Un día después de anunciar su apoyo a Trump en un acto en Iowa, el estado que abrirá el proceso de primarias en Estados Unidos con su votación del 1 de febrero, Palin se desplazó este miércoles junto al magnate a Tulsa (Oklahoma), donde habló ante miles de personas en un mitin.
"Dicen que estos simpatizantes (de Trump) parecen enfadados. Yo les digo, ¡maldita sea, claro que estamos enfadados, y con razón! Dicen que tenemos que calmarnos, y yo digo, ¿cómo vamos a calmarnos, cuando nos están pisando el cuello?", dijo Palin.
La exgobernadora de Alaska recordó que hoy (miércoles) falta exactamente un año para que el actual presidente de EE. UU., Barack Obama, abandone el poder y el candidato que resulte elegido en noviembre llegue a la Casa Blanca.
"(Obama) va a volver a Chicago (...), y cuando mire hacia arriba, va a ver esa brillante y altísima torre Trump, porque sí, eso es algo que Trump construyó, y eso dice mucho sobre nuestro candidato, que será el próximo presidente de Estados Unidos", agregó Palin.
La que fuera aspirante a vicepresidenta de EE. UU. en 2008 mantiene cierta popularidad entre los republicanos y puede ayudar a Trump a ganar terreno con los votantes más conservadores, conquistados por el senador Ted Cruz tras el descenso del neurocirujano Ben Carson en las encuestas y que serán claves para ganar en Iowa.
Palin y Trump han mantenido una relación cercana en los últimos años y tienen en común su fuerte personalidad, su alergia a lo políticamente correcto y su costumbre de hablar a grandes rasgos de las políticas que defienden, sin entrar en matices.
Pero Palin también entabló hace años una amistad con Ted Cruz, un senador del Tea Party que le está pisando los talones a Trump en las encuestas de Iowa y que este martes admitió que sin el respaldo de la exgobernadora de Alaska él "no estaría en el Senado".
"Creo que algunos republicanos muy poderosos le dijeron (a Palin): 'Si Cruz consigue la nominación, los republicanos moderados se alejarán'", dadas las posturas extremas que ha adoptado el rival de Trump desde que llegó al Senado en 2013, explicó Steffen Schmidt, profesor de Política en la Universidad estatal de Iowa.
Además del golpe de Palin, Cruz encajó este martes otro revés, cuando el gobernador de Iowa, el republicano Terry Branstad, dijo que el senador debería perder en su estado porque se opone al mandato que desde 2007 regula los volúmenes de etanol que deben consumirse en el país.
Ese mandato es muy popular entre los agricultores de maíz de Iowa, por lo que las declaraciones de Branstad, un político muy influyente y el gobernador que ha estado más tiempo en el poder de la historia de EE.UU. (entre 1983 y 1999, y de nuevo desde 2011), propinan "un duro golpe" a Cruz, según Schmidt.
"Este es el disparo inicial por parte del aparato del Partido Republicano para matar la campaña de Cruz, a la que temen", opinó el experto.
En cualquier caso, Cruz ha logrado el apoyo de otras grandes figuras ultraconservadoras, como los locutores de radio Glenn Beck y Mark Levin y no está claro que el respaldo de Palin pueda bastarle a Trump para frenar el avance del senador por Texas en Iowa y otros estados.
Trump, que hace un par de meses halagaba a Cruz e incluso habló de él como su posible vicepresidente, ha lanzado en las últimas semanas duros ataques contra él, llamándolo "repugnante", y hoy llegó a acusarlo de ser "peor que Hillary" Clinton, la favorita demócrata para las elecciones presidenciales, durante un acto en Norwalk (Iowa).
Mientras, en plena resaca del inesperado anuncio de Palin, Trump afrontó numerosas preguntas sobre el papel que podría tener en su hipotética administración la exgobernadora, que una vez dijo que le encantaría ser la secretaria de Energía del magnate.
"(Meterla en mi gabinete) es algo en lo que ciertamente pensaría", afirmó Trump a la cadena de televisión Fox News.
El magnate no llegó a descartar incluso elegirla como vicepresidenta, pero dijo que no cree que ella aceptara ese papel. Además, insistió en que fue Palin la que le llamó para decirle que quería respaldarle y que no puso ninguna condición para hacerlo.