Las Vegas, Estados Unidos
Refrendado por los conservadores tras sus alegatos antimusulmanes, el millonario estadounidense Donald Trump acude este martes con su mayor ventaja en las encuestas al último debate del año por las primarias del Partido Republicano.
A siete semanas de las primeras primarias, los nueve precandidatos republicanos mejor ubicados para lograr la investidura de 2016 debatirán a partir de las 17:30 locales del miércoles en el hotel The Venetian de Las Vegas (oeste de EE. UU.).
El debate será difundido por CNN y CNN International, y se podrá ver gratuitamente en el sitio de la cadena televisiva desde Estados Unidos. Cuatro candidatos marginales discutirán dos horas y media antes en el mismo lugar.
Trump, de 69 años, estará en el centro de la escena como líder indiscutido de la contienda, una posición reforzada por su propuesta de prohibir temporalmente la entrada a los musulmanes al país, la semana pasada.
Aunque el aparato político y la mayoría de los estadounidenses no están de acuerdo, la mayoría (59%) de los electores republicanos aplaudieron la idea, según una encuesta del Washington Post/ABC.
Como resultado, Trump conquista 38% de las intenciones de voto de los republicanos, según esa encuesta difundida el martes, y 41% según el instituto de la universidad Monmouth del lunes.
El populismo anti-inmigrante y anti-musulmán de Trump solo gana adeptos entre los conservadores, al tiempo que la seguridad nacional y el terrorismo suben escalones en las preocupaciones de los estadounidenses.
El debate será el primero desde los atentados en París y California.
Trump causó conmoción al tildar de "violadores" y "narcotraficantes" a los mexicanos que entran de manera clandestina a Estados Unidos, y prometer expulsarlos. También prometió que forzará a México construir un muro en la frontera.
Aunque considera la campaña electoral un asunto interno de Estados Unidos, México estará atento para "denunciar cualquier comentario racista y xenófobo", según dijo este martes en Washington la canciller Claudia Ruiz Massieu.
Detrás de Trump en los sondeos se ubica otro candidato "antisistema": el senador por Texas Ted Cruz, de 44 años, adulado por los ultraconservadores del Tea Party desde que fue elegido al Senado en 2012.
Con 16% de las intenciones del voto conservador, aún está lejos del multimillonario empresario inmobiliario, pero le hace sombra en un bastión de los cristianos evangélicos conservadores como es Iowa, el primer estado del país en el que se celebrarán primarias el 1 de febrero próximo.
Cruz supera a Trump en tres encuestas difundidas en la última semana. Esos sondeos en un pequeño estado rural no son indicativos de quién vencerá en las primarias del partido, pero sirven para aclarar las estrategias de los precandidatos y quizás fue eso lo que llevó a Trump a tratar de "loco" a su nuevo rival.
"El denominador común es que sus votantes están furiosos", dijo Seth McKee, profesor de ciencia política en la universidad Texas Tech.
"Cruz gusta a sus electores, que reprochan a los republicanos que no hayan hecho lo que prometieron" hacer, expresó.
Aunque es un excelente orador, carece de espontaneidad durante los debates.
El senador, detestado por muchos de sus colegas del Congreso por su intransigencia, realiza una campaña clásica para las primarias, muy inclinada a la derecha, para captar a la base conservadora. Argumenta que el Partido Republicano perdió las presidenciales de 2008 y 2012 porque presentó candidatos demasiado moderados.
Su falta de experiencia política –apenas habrá pasado cuatro años en el Senado en el momento de la elección presidencial, como Barack Obama en 2008– no es un problema para sus seguidores.
"Ponen la ideología por delante del pragmatismo", dice el profesor Buchanan. "Eso es lo que funciona en este momento".
Frente a estos dos candidatos "anti-sistema", los republicanos moderados buscan a un salvador capaz de derrotar en noviembre en las urnas a Hillary Clinton, gran favorita entre los demócratas.
Marco Rubio, senador por Florida de origen cubano, tuvo un excelente desempeño en los dos últimos debates, pero se ha estancado en menos de 15% en los sondeos de intención de voto.
Jeb Bush, por su parte, está quinto en la carrera desde hace meses.